Tiger Woods también compra el silencio de su amante

El golfista Tiger Woods
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Actualizado: viernes, 4 diciembre 2009 17:07

LOS ANGELES, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -

Puede que el dinero no de la felicidad pero al menos sí ayuda a hacerte la vida más fácil o a salir de ciertos problemas. Por ejemplo, puedes pagar a tu mujer para que no te abandone después de que medio mundo sepa que le has puesto los cuernos. O incluso puedes comprar el silencio de tu amante, siempre y cuando tus ingresos te lo permitan. En el caso de Tiger Woods, sí.

Parece que el más afectado de todo este culebrón de infidelidades y celos ha sido el bolsillo de Woods. Con cada nuevo escándalo y conforme iban saliendo cada vez más supuestas amantes, la cuenta del golfista ha ido disminuyendo en cifras y ceros.

Después de que el golfista número uno del mundo ofreciera una astronómica cifra a su mujer, Elin Nordegren, con el fin de que ella no le abandonara e incluso accediera a reescribir el acuerdo prematrimonial, Woods ha hecho lo mismo con su amante con la intención de que ella no se lucre contando detalles de sus encuentros íntimos.

Según informa el periódico británico 'The Mirror', Rachel Uchitel, la supuesta amante a la que pusimos cara a principios de semana, estaba dispuesta a contar la verdad de su historia con el golfista, pero en el último momento canceló la rueda de prensa por una llamada y una posterior negociación con los abogados de Woods. Llegaron a un acuerdo de 700 mil euros, por el que la camarera promete guardar silencio.

Rachel, que hace apenas unos días negaba cualquier tipo de relación con Tiger e incluso estaba dispuesta a someterse al polígrafo para demostrar la 'verdad', esta vez sí pensaba confirmar que entre ella y Woods sí había habido algo más "dos encuentros" casuales.

Lo que motivó el cambio de postura de Uchitel fue la aparición en los tabloides de Jaimee Grubbs y Kalika Moquin, otras dos supuestas amantes del golfistas.

Sin embargo, tras la discusión con los abogados y la posterior fijación de una astronómica cifra, Tiger consiguió comprar el silencio de la camarera, al menos por ahora.