MADRID, 27 Ene. (CHANCE) -
Aunque los diseños más cuidados de Dolce & Gabbana sean dignos de la Alta Costura, la Federación Francesa de Alta Costura aún no les ha incluido en el grupo de los 17 miembros entre los que están Chanel, Christian Dior, Givenchy, Jean Paul Gaultier, Maison Margiela, Giambattista Valli, Franck Sorbier, Adeline André, Maurizio Galante, Alexandre Vauthier, Alexis Mabille, Stéphane Rolland, Yiqing y recientemente Julien Fournié y Schiaparelli. A pesar de ello, no eso no les impide presentar dos veces al año sus colecciones de Alta Costura como lo hicieron el jueves.
Fue en Milán en La Scala, donde tuvo lugar el desfile, un edificio histórico que sirve de inspiración a Dolce y Stefano Gabbana, de hecho, en la presentación de su Alta Moda de este año el espectáculo se celebró en el espacio donde están montados los decorados y el vestuario de las óperas.
Los diseñadores vuelven a diseñar los trajes de ópera creados en el "laboratorio", el nombre que le dan al espacio donde se guardan la ropa y los accesorios en La Scala, que bebe de los estereotipos del teatro: bailarines, reinas, monjas e incluso el Papa.
Si en julio en Nápoles triunfaron los vaqueros que subieron a la pasarela, esta vez lo ha hecho los looks más de calle, como lo demuestran las maxichaquetas, el cuero, los flecos e incluso la camisa de cuadros. Eso sí, lo que no han obviado han sido de sus iconos: encajes, bordados y mucho decorativismo, que no hay que olvidar que Dolce&Gabbana es muy barroco.