PARIS, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un mes después de que Lindsay Lohan se estrenara como diseñadora de moda en colaboración con 'Ungaro' en la Semana de la Moda de París, el fundador de la casa francesa, Emanuel Ungaro afirma que la colaboración con Lohan fue un auténtico "desastre".
Emanuel Ungaro, fundador de la casa francesa de moda 'Ungaro', manifestó su descontento por la 'desastrosa' colaboración de la empresa con la actriz Lindsay Lohan el lunes durante el festival Internacional de cine en Estoril.
La casa de moda francesa nombró el pasado mes de septiembre a la actriz estadounidense como asesora artística en una incorporación no exenta de polémica. El primero en mostrarse completamente en contra de esta decisión ha sido el propio fundador, Emanuel, quien, a pesar de haber vendido su marca a un magnate pakistaní hace ya cuatro años, también quiso manifestar su enfado.
"La colaboración con Lindsay Lohan ha sido un desastre. Estoy cabreado, pero no puedo hacer nada por cambiarlo", declaró el diseñador, que también añadió que desde su venta en 2005 no tiene ninguna relación con la empresa.
"La casa está perdiendo su alma. Esto le ocurre a muchísimos diseñadores. Fuimos los creadores y los patrones, responsables de la creación y el destino de nuestras casas, pero en el momento que rompemos con ellas, también dejamos atrás nuestro alma", añadió Emanuel con cierta nostalgia.
EL 'DESASTROSO' NACIMIENTO DE UNA DISEÑADORA
Lohan estuvo trabajando intensamente con la nueva diseñadora de Ungaro, la española Estella Archs, para crear la colección de Otoño/Invierno que presentaron el pasado mes de octubre en la Semana de la Moda parisina. No obstante, su trabajo recibió una tibia acogida por parte de la crítica y la prensa y ambas diseñadoras recaudaron pocos aplausos cuando recorrieron la pasarela.
Fue el presidente de Ungaro, Mounir Moufarrige, quien contrató a Lohan como 'asesora de moda' para revivir la envejecida marca y atraer a una clientela más joven, declarando sentirse complacido tanto por la colección como por el enjambre de fotógrafos y televisiones que acudieron al debut de la polémica actriz.
Al final "es la ropa la que habla. La gente está interesada y nuestro negocio es vender", admitía Moufarrige, al ser preguntado por los riesgos de vincular a alguien famoso a una prestigiosa marca.
