¡Cuidado con los golpes de calor!

Europa Press Chance
Actualizado: jueves, 23 julio 2009 13:07

Pasar una tarde tomando el sol en la playa o la piscina puede tener consecuencias más que desagradables si nos convertimos en víctimas de una insolación o de un golpe de calor. Esta incómoda situación se manifiesta en forma de sed intensa, dolores de cabeza y sudoración en exceso. Lo mejor para no sufrirlos es evitar salir a la calle en las horas centrales del día y beber mucho líquido.

¿Qué es un golpe de calor?

Es una situación producida cuando el cuerpo es incapaz de regular su propia temperatura provocando un desajuste térmico, que es lo que se conoce como golpe de calor. Se traduce en un aumento brusco y constante de la temperatura interna corporal, que en situaciones normales es de 36 grados. La manera más común que tiene de manifestarse un golpe de calor es en forma de insolación, producida por un exceso de exposición al sol.

Primeros síntomas

El golpe de calor empieza a revelarse a través de señales como dolores de cabeza, fatiga, calambres musculares, náuseas, elevación de la temperatura corporal y sudoración abundante. Si se permanece mucho tiempo bajo este estado, la piel se presenta caliente y seca, comienza la taquicardia con una aceleración del pulso, aparece una sensación de adormecimiento y pérdida de conciencia. En los casos más graves puede ocasionar la muerte.

Personas más expuestas

Cualquiera puede sufrir los efectos excesivos del calor aunque algunos grupos poblaciones son más propensos como los mayores, los niños, especialmente los bebés, las personas obesas y los deportistas.

- Ancianos. La edad deteriora la sensación de tener sed. Un golpe de calor les hace bajar su actividad normal y se quedan adormilados.

- Bebés. Los últimos síntomas son similares, no comen ni lloran. Los pediatras recomiendan facilitarles líquidos a intervalos regulares y mantenerlos en lugares frescos.

- Deportistas. Cuando se empiecen a presentar los síntomas de un golpe de calor mientras practica deporte al aire libre hay que interrumpir la actividad de inmediato y permanecer en un sitio fresco y sombreado. Lo siguiente será disminuir la temperatura del cuerpo retirando la ropa y aplicando hielo en cuello y axilas.

Cómo evitarlo

- En la calle. No salgas en las horas centrales del día, lleva siempre una gorra o un sombrero para proteger la cabeza, busca zonas con sombra, ponte ropa fresca y no olvides meter en el bolso una botella de agua para beber con frecuencia.

- En el domicilio. Es aconsejable cerrar las ventanas que dan al sol, propiciar un ambiente de penumbra, tomar duchas frescas, ingerir agua y zumos naturales, incluso si no se tiene sed, mucha fruta fresca y evitar las comidas pesadas, tanto las muy condimentadas como las calientes.

- En la playa. Tendrás que evitar de nuevo las horas centrales del día y la exposición solar excesiva, incluso en los días nublados. No olvides bañarte con frecuencia y, sobre todo, mojarte la cabeza.

Por qué se produce

La exposición excesiva al sol y unas elevadas temperaturas causan que el cuerpo pierda agua para poder liberarse de calor. Sin embargo, el organismo tiene un límite a partir del cual no puede desprenderse de más agua para no poner en riesgo el sistema circulatorio, lo que hace que suba la temperatura del cuerpo.

El calor también afecta al aparato respiratorio, que no puede recibir todo el oxígeno necesario produciendo una situación que puede conducir a un estado de grave fatiga, desmayos o situaciones más graves para la salud.

Tratamiento a seguir

Lo primero que hay que hacer es trasladar a la persona que ha sufrido el golpe de calor a un lugar fuera del alcance del sol. Si la situación es grave, es decir, si sufre convulsiones, no puede coordinar y se encuentra confuso, hay que llamar de inmediato a los servicios de emergencias.

Tras la aplicación de compresas frías para bajar la temperatura interna del cuerpo es importante ofrecer a la víctima una bebida siendo las más indicadas las tonificantes empleadas por los deportistas. Si no puede beber no hay que forzarlo. Hay que evitar las bebidas muy frías, ingerir mucha cantidad de golpe y, por supuesto, el alcohol.

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