Las mantas, los edredones, las colchas, los plaids o cuadrantes, son algunas de las opciones que tienes a la hora de decorar tu cama. Sin embargo, no te limites a poner un sólo elemento. A continuación te enseñamos a combinar piezas, coordinar telas y mezclar texturas, para que el resultado sea espectacular.
Colcha y cuadrantes a juego+
Si quieres aprovechar al máximo la luz natural que entra en tu dormitorio y crear un ambiente luminoso y romántico, que invite al relax, apuesta por una combinación de tonos claros a la hora de decorar tu cama.
La gama puede ser tan amplia como quieras, porque del blanco al beige hay mil y un matices. En un mismo dormitorio todos los elementos pueden tener tonalidades diferentes, aunque tengan una misma gama cromática. De este modo, las paredes, los muebles, las cortinas o la ropa de cama pueden ser de tonos beige, pero diferentes a la vez.
Así, la colcha puede ser de algodón de piqué en tonos crudos, con un grueso labrado en relieve. Se combina a la perfección con dos delicados cuadrantes de hilo blanco, bordados pero esta vez en vainica. El resultado es una cama cómoda y muy relajante.
Otra opción es apostar por los tonos naturales. El secreto en estos casos está en la coordinación de telas y estampados en tonos neutros. Para dar mayor importancia a la cama, puedes encargar un cabecero tapizado en capitoné, con una tela a juego con el cubrecanapé.
Si te decantas por colocar una colcha es preferible que ésta sea ligera y con un estampado muy natural. Lo mejor es que sea de algodón y con un suave bordado de hojas. Para los cuadrantes puedes escoger una tela estampada con pequeños cuadros de diferentes tonos tierra. Puedes aprovechar esta tela para hacer además la pantalla de la lámpara de la mesilla.
Mezclar varios estampados
Aunque esta opción pueda parecer a priori muy arriesgada no lo es tanto. Piensa en las colchas de patchwork. Éstas dan mucho juego en un dormitorio, sobre todo si se trata del cuarto de los más pequeños. Esta opción permite repetir alguna de sus telas en las cortinas, los cojines o los cuadros. De esta forma se crean divertidos y alegres coordinados.
Otra alternativa es colocar los cojines de la cama a juego con las cortinas. Repetir la tela de las cortinas en algún cojín de la cama crea una agradable sensación de equilibrio y orden. Si además procuras buscar el contraste, es preferible que escojas una colcha de un color y textura diferente al que has elegido para la cortina.
También puedes añadir color en los cuadrantes. Si quieres animar un poco un dormitorio en el que predominan los tonos naturales, lo más sencillo es darle color con los cuadrantes. Así, puedes combinar una colcha beige con distintos tonos de rosa como el palo, el fresa, etc. Esta combinación resultará de lo más elegante.
Si buscas un aire romántico y delicado para tu dormitorio decántate por una combinación en blanco y crema. Para ello, tan sólo tendrás que elegir una colcha en un tono crema fuerte, o crema tostado. Sobre ella coloca unos cojines o varios cuadrantes de color blanco de hilo bordado. La combinación de ambos tonos será estupenda y muy idónea para decorar un dormitorio de matrimonio.
En tonos vivos
Pero si tu prefieres que tu dormitorio tenga color, puedes crear un golpe de efecto. Todo el mundo que entre lo notará ya que se centrará en la decoración de la cama. Para ello, debes escoger ropa de cama de colores lisos, pero en tonos muy fuertes y vivos como el rojo o el azul.
Para reforzar el color escogido para la colcha debes usar algunos cuadrantes o almohadones a juego. Además, estos pueden ir rematados con pasamanería o adornos de cuerda, de modo que tengan un toque diferente y original.
Eso sí, a la hora de elegir colores vivos has de tener mucho cuidado, ya que muchos de ellos dificultan la relajación, algo fundamental en un dormitorio. Uno de los tonos más adecuados para un dormitorio es el azul, ya que relaja y da sensación de amplitud.
