MADRID, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
Conocida como la 'Tierra de Lagos y Volcanes', Nicaragua presenta la oportunidad de tener una experiencia inolvidable en un fin de semana, que podría iniciar entre monos, aves, felinos y otros animales y terminar sumergidos en las aguas de una laguna de origen volcánico; mística, repleta de leyendas, de historia y cuyos alrededores son una reserva en la que los visitantes pueden hacer senderismo.
La fauna de Nicaragua es muy variada y parte de ella se puede ver en el Zoológico Nacional, ubicado en el corredor turístico del país, en el kilómetro 16 de la carretera a Masaya, no muy lejos de Managua. Fue fundado en 1978 y es administrado por la Fundación Amigos del Zoológico Nicaragüense.
En la actualidad, el parque exhibe un total de 427 animales, de ellos 120 mamíferos, 256 aves y 47 reptiles, de los cuales muchos de ellos han nacido en cautiverio, como Tigres de Bengala, jaguar, tigres ocelote, tigres margay, monos araña, pizotes, gatos ostoche, mapachines, coyotes, rey de los Zopilotes, dantos, etc.
Dentro del zoológico hay áreas verdes, área de pic-nic, clínica veterinaria, área de cuarentena, salón educativo del medio ambiente donde se imparten charlas a los estudiantes, y se muestran videos para crear conciencia en la juventud de la importancia que tiene la preservación de la fauna.
Además cuenta con un mariposario y orquideario, en el que los visitantes están en un contacto más directo con la naturaleza y tienen oportunidad de tomar fotos, muy cerca de hermosas mariposas y orquídeas.
Entre los atractivos de este zoológico se suma la cueva de aves nocturnas, una especie de túnel que ofrece un recorrido lleno de emociones a medida que los visitantes aprecian a las especies que se exhiben.
El zoológico cuenta además con un centro de rescate, en el que se atienden animales incautados y les rehabilitan para luego devolverlos a su ambiente natural, labor que permite a muchos voluntarios dar su granito de arena para mantener la fauna nicaragüense.
EL MIRADOR DE CATARINA.
Tras un recorrido por el zoológico, se puede almorzar en el Mirador de Catarina para reponer energías, en donde hay varios restaurantes con vistas a la Laguna de Apoyo, que deja una sensación de tranquilidad y armonía en los visitantes.
Catarina está ubicada a 45 kilómetros al sur de Managua, a más de 520 metros sobre el nivel del mar, con un clima de sabana tropical y con temperatura promedio de 27 grados centígrados, resulta un lugar agradable para caminar, o simplemente sentarse en un mirador.
El Mirador de Catarina es una de las colinas más altas que rodean la laguna, además ofrece la oportunidad de llevarte algún recuerdo con la venta de artesanías de diferentes tipos, y los fines de semana sobre todo al mirador acuden músicos y vendedores que contribuyen a un ambiente con un aire festivo.
Para quienes gustan de las flores o de las plantas en general existen a orillas de las carreteras y calles diversidad de viveros en los que se venden todo tipo de plantas y estatuas o adornos que podrían marcar la diferencia en un hogar, volviendo un pequeño patio en un jardín.
EN LAS AGUAS DE APOYO.
Una buena alternativa es practicar el senderismo bajando a Laguna de Apoyo y sumergirse en sus aguas legendarias. Las áreas boscosas en las laderas hacen del senderismo una actividad emocionante. Hoy en día se organizan tours de descenso a la laguna desde el mirador de Catarina, y algunos hoteles en el interior de la reserva han incorporado el servicio de guías para realizar giras cortas en los bosques del contorno.
Practicando senderismo es posible escuchar monos congos, o verlos, así como una diversidad de especies de aves. También en la reserva Laguna de Apoyo se han encontrado rastros de culturas indígenas, inclusive se pueden observar petroglifos, diseños simbólicos grabados en rocas, en el punto donde fueron encontrados instrumentos funerarios.
Bajando a la laguna se puede encontrar la playa con arena de color oscuro, con piedras redondeadas. Una de las advertencias para disfrutar de las aguas de Apoyo es tener cuidado con la profundidad, porque por la forma cónica del cráter se hace profunda gradualmente, pero para los nadadores representa una verdadera atracción.
La laguna de Apoyo data de hace cerca de 23.000 años, cuando una explosión volcánica dejó un hoyo de seis kilómetros de diámetro, que se fue llenando por la afluencia de aguas subterráneas y las lluvias.
Destaca el trabajo que para resguardarla realiza la Asociación de Municipios Integrados por la Cuenca y Territorios de la Laguna de Apoyo de Nicaragua, Amictlan desde el 31 de julio de 2006, integrada desde su fundación por Catarina, San Juan de Oriente, Diriá, Diriomo, Granada y Masaya.
Amictlan lleva seis años impulsando acciones de conservación de la Reserva Natural Laguna de Apoyo y se han convertido en una referencia a través del Centro de Visitantes de la Laguna de Apoyo, en temas de turismo responsable en la reserva más visitada de Nicaragua.
Otras de las actividades que se puede realizar en la laguna es el buceo, por la caridad de las aguas, y porque en Apoyo existe una variedad de vida subacuática. Aunque en la reserva opera con irregularidad el alquiler de equipos de buceo, algunos touroperadores ofrecen viajes de buceo. El Parapente y la navegación también son posibles gracias a los vientos que circulan por la laguna y las aguas son ideales para recorridos en kayaks.
A orillas de la laguna hay cerca de ocho opciones de hospedaje entre albergues y hoteles, varios restaurantes y puestos de comida que se suman a las ofertas de hospedaje en las ciudades cercanas a la Laguna como son Granada y Masaya.
