Si quieres mantener tu césped y tus plantas en buen estado, no debes dejar de lado la maleza, aunque en ocasiones pueda parecer muy bonita. Hay que ser realista, y este tipo de plantas son parásitos que les arrebatan los nutrientes a las plantas que las rodean.
Además, crecen con rapidez, e intentan acaparar espacio para echar sus raíces, perjudicando el desarrollo de las demás especies. Por esta razón, lo mejor es que les plantes cara cuanto antes, y las hagas desaparecer de tu jardín o tus macetas.
Soluciones económicas
Hay multitud de tipos de malezas, por lo que el secreto para derrotarlas es saber de qué tipo es la que se encuentra en tu jardín o maceta. Al igual que el resto de plantas, tienen ciclos de crecimiento. Algunas como las agujas de pastor o las pamplinas son anuales y muy difíciles de eliminar.
Sin embargo, otras especies como las margaritas y los dientes de león están siempre en los jardines, aunque habría que luchar sin tregua para combatirlas. Según los expertos, hay una serie de soluciones de lo más económico para acabar con estas plantas tan glotonas, que únicamente sirven para destrozar nuestras plantas o el aspecto general de nuestro jardín.
Empezaremos por el césped, que sufre con asiduidad el ataque de la maleza. Lo que debes hacer para evitarlo es cortarlo a la altura adecuada dependiendo del tipo de césped que tengas. Así, la altura puede oscilar entre 0,6 centímetros y 10 centímetros. Es importante que respetes la altura para mantener a raya la maleza. Piensa además, que algunas especies de césped son más gruesas y resistentes, por lo que debes utilizar una cuchilla bien afilada para conseguir el corte a la altura que deseas.
Por otra parte, un corte frecuente y parejo es muy eficaz a la hora de eliminar las semillas de la maleza, por lo que impedirás su expansión sobre tu jardín. Si el césped de tu jardín es específico para temperaturas frías, lo más adecuado es que no lo podes durante las horas más cálidas, a menos que luego lo riegues a conciencia, ya que si no perderá la humedad y los nutrientes necesarios. Durante el verano, lo más idóneo es que cortes el césped un par de veces por semana.
Cómo quitar las malas hierbas
A la hora de deshacerte de las malas hierbas debes tomar una serie de precauciones. Lo más importante es que tengas las manos limpias y protegidas. Para eliminarlas usa un cuchillo de cocina bien afilado y utiliza unos buenos guantes de jardín. Siéntate tranquilamente y corta cada maleza de raíz, una por una, que no sirve de nada correr.
Otra opción es usar un tramo de cañería vieja. De esta forma, evitarás problemas de espalda. Utilizar este utensilio para eliminar las malas hierbas es muy sencillo. Tan sólo tendrás que presionarlo sobre la maleza, extrayendo una parte de tierra con la maleza dentro. Después, deberás reemplazar los huecos de la tierra removida por tierra nueva. Pero lo ideal es usar arena para cubrir estos pequeños huecos. Si no, la solución es utilizar tierra de jardín.
Eso sí, no se te ocurra utilizar la tierra en la que ha estado la maleza para cubrir agujeros o mezclarla con otros abonos, ya que las malas hierbas se reproducen en cualquier ambiente.
Otra solución muy efectiva para acabar con las malas hierbas es echarles un puñado de sal. Sin embargo debes tener cuidado ya que también se puede dañar el césped o las plantas que se encuentren alrededor. Por eso, es muy importante que eches la sal directamente sobre la maleza, ya que si no el remedio será peor que la enfermedad.
Además, es conveniente que controles la humedad y la densidad de la tierra para evitar el desarrollo de las malas hierbas. Así, la tierra demasiado seca, o muy húmeda, e incluso la tierra compacta pueden favorecer la aparición de la maleza. Esto suele ocurrir con bastante frecuencia en el césped, ya que con estas condiciones crece con dificultad, por lo que el terreno se convierte en el campo de cultivo ideal para las malas hierbas.
Por último, siempre debes tener un buen fertilizante a mano. Es conveniente que sepas que la maleza se desarrolla a las mil maravillas en suelos poco abonados. Por esta razón, es aconsejable que cuides en todo momento las condiciones de tu jardín o macetas, no sólo su humedad, sino también la cantidad de nutrientes que contienen.
Piensa que un mantenimiento continuo del jardín será a largo plazo muy beneficioso y te evitará problemas. De este modo, en la temporada de calor es conveniente que riegues con frecuencia el jardín. Además, debes aplicar fertilizantes con nitrógeno de absorción lenta. Tampoco te puedes olvidar de los insecticidas contra las polillas que suelen atacar los jardines y las plantas en general durante las épocas de más calor.
Por último, un truco muy práctico para saber realmente cuando aparece la maleza, y así poder atacarla desde el principio. Utiliza una pequeña pala o canaleta para ahondar alrededor de las plantas o de los tallos de las plantas en macetas, después construye pequeños montículos que rodeen la planta. De esta forma, tus cultivos estarán delimitados y podrás detectar cualquier maleza por pequeña que sea.