Gran Canaria, un paraíso natural y de ocio

Actualizado: lunes, 3 agosto 2009 13:29

Los bellos paisajes de Gran Canaria y sus espléndidas playas han convertido a la isla en uno de los destinos vacacionales por excelencia del archipiélago canario. Además, todo su territorio, en especial la capital, Las Palmas, alberga una gran riqueza histórica y cultural.

Casi 60 de los 236 kilómetros de longitud de costa de Gran Canaria están ocupados por playas. La más emblemática es la de Maspalomas, que limita al este con la impresionante imagen del Faro y cuyo principal atractivo es la reserva natural especial de las Dunas de Maspalomas, donde se localiza la charca de Maspalomas, área de alto valor ecológico. Por su parte, Las Canteras, en la capital, es la playa urbana más importante de la isla, habiendo obtenido la distinción de la Bandera Azul todos los años desde 1989.

Esta zona se caracteriza por estar resguardada del embate del oleaje del Atlántico por una barrera natural de arrecifes de más de 2 kilómetros, conocida como "la barra". Paralelamente a la playa discurre un amplio paseo con terrazas y comercios que va desde las inmediaciones del Auditorio Alfredo Kraus hasta la zona conocida como "La Puntilla" y de ahí, en prolongación, hasta la Playa del Confital, uno de los lugares de Gran Canaria con las mejores olas para practicar surf.

La mayor parte de los monumentos que se pueden ver en la isla son posteriores a la época de la Conquista (1478-1496), aunque se conservan algunos enclaves pertenecientes a los aborígenes de la isla, como la Cueva Pintada, en Gáldar, o el Cenobio de Valerón, en Santa María de Guía.

El Castillo de la Luz, en Las Palmas, fue la primera construcción de carácter defensivo de la ciudad una vez terminada la Conquista. Declarado Monumento Histórico Artístico en 1941, en la actualidad se utiliza como sala de exposiciones. Sin embargo, el mayor encanto de la capital reside en su casco antiguo, formado por los barrios de Vegueta y Triana, reconocidos como Conjunto Histórico Artístico Nacional en 1973 y 1993, respectivamente.

En el antiguo barrio marinero de Vegueta se encuentra la Santa Iglesia-Catedral, dedicada a Santa Ana y que se erige como el templo más grandioso de las Islas Afortunadas. En la parte de la catedral se encuentra la Casa-Museo de Colón y, junto a ella, la ermita de San Antonio Abad, donde rezó el almirante antes de partir hacia América.

En este barrio se hallan también las plazas de Santo Domingo, Espíritu Santo y Santa Ana, siendo la última uno de los puntos neurálgicos de la ciudad, desde donde se pueden observar los edificios de mayor importancia de la misma: las Casas Consistoriales, la Catedral, el Palacio Episcopal, la Casa Regental, el Archivo Histórico y el Archivo Diocesano. Del barrio de Triana destaca su calle Mayor, vía de gran interés arquitectónico y que hoy en día es una calle exclusivamente comercial. Cerca de ella se alzan edificios como la Casa-Teatro Pérez Galdós, el Gabinete Literario o la Iglesia de San Francisco de Asís.

Por otro lado, los grandes bancos de peces y los fondos marinos han convertido a Gran Canaria en un referente para los aficionados al submarinismo. De hecho, la variedad de fauna y flora ha favorecido que casi la mitad del territorio geográfico de la isla haya sido declarado Reserva de la Biosfera. Aparte, la agradable temperatura del agua y las óptimas condiciones del mar y del viento hacen de Gran Canaria el lugar perfecto para practicar deportes náuticos como la vela latina o el windsurf.

Fuera de la costa, la lucha canaria y el juego del palo son los deportes típicos de la zona. Sin embargo, el golf es la práctica deportiva con más tradición en Gran Canaria, con nueve campos repartidos por toda su superficie. De hecho, la isla fue pionera en este práctica, inaugurando el primer campo de golf en 1891.

En cuanto al ocio, Gran Canaria cuenta durante todo el año con una amplia oferta de exposiciones, conferencias y festivales internacionales de música y de cine, de los cuales el más importante es el Festival de Música de Canarias, el único en Europa que se celebra en invierno.

Uno de los lugares más animados es el Parque de Santa Catalina, en Las Palmas, lleno de terrazas y locales nocturnos y gran escenario de las fiestas de Carnaval. En los restaurantes típicos, los amantes de la buena mesa podrán degustar un buen caldo de papas o de pescado, platos preparados con carne (carajacas o pata asada) o un rico queso y tomar vino de Monte Lentiscal o ron de arucas.

Más información en www.grancanaria.com