Noruega es el paraíso del invierno. La belleza de este país nórdico llega a su culmen durante estos meses, donde el frío y la nieve conforman mágicos paisajes en los que disfrutar de unas excitantes vacaciones.
El esquí, deporte nacional, encuentra durante estas fechas las condiciones ideales para su práctica. Con una tradición de más de 4.000 años, este deporte es una de las prácticas más generalizadas entre los noruegos y ofrece a los visitantes multitud de variantes para disfrutar de un día deslizándose bajo el sol. El esquí de fondo permitirá al viajero disfrutar de un paseo en el que contemplar las impactantes vistas heladas que las montañas ofrecen, mientras que los más atrevidos podrán saciar su sed de aventura con la práctica del esquí alpino o el snowboard, actividad que ha ido ganando adeptos en los últimos años.
Hemsedal, situada en la región de Oslo, es una de las mejores estaciones de esquí de los Alpes escandinavos, donde la estabilidad del clima permite disfrutar de la nieve en un estado óptimo desde mediados de noviembre hasta el mes de mayo.
Pero éste no es el único destino en el que disfrutar de experiencias inolvidables durante la temporada invernal en la región. Oslo es la ciudad del invierno por antonomasia. Una urbe donde la nieve forma parte del paisaje y permite al viajero disfrutar de los mejores saltos de esquí, a los que se puede acceder en transporte público, o patinar sobre hielo en pleno centro tras visitar los tradicionales y pintorescos mercadillos que se celebran por toda la ciudad: el del Museo Folclórico, el mercadillo de Bogtad Manor o el Baerms Verk.
Oslo, la ciudad de la diversidad, se presenta amigable e histórica, con una gran oferta cultural y turística en la que destacan el museo Munch, el parque Vigeland o el museo Kon-Tiki, además de una animada vida nocturna.
LAPONIA NORUEGA, SINÓNIMO DE AVENTURA
Situada en la parte más septentrional de Europa, en la misma latitud que Alaska o Siberia, la Laponia noruega promete al viajero un sinfín de aventuras invernales. Así, podrá conocer la cultura sami y visitar los rebaños de renos en el nevado antiplano de Finnmark, donde escuchar los tradicionales cantos sami alrededor de una brillante hoguera y disfrutar de la gastronomía y la artesanía de la población autóctona.
En la capital sami de Karasjok se encuentra el parque cultural sami, Sápmi Park, un lugar donde vivir un encuentro exótico con la cultura, la historia y la mitología del pueblo lapón. El parque ofrece la posibilidad de conocer las tradiciones de la población autóctona a través de generaciones, así como visitar los campamentos sami para escuchar historias legendarias sobre sus habitantes.
Los más activos encontrarán en esta región un destino ideal para la práctica de actividades invernales dirigidas a todos los gustos y edades. El recorrido a través de la Laponia encuentra su punto de partida en la divertida y dinámica ciudad de Tromso, popularmente conocida como "el París del norte" y considerada desde antaño como puerta de entrada al Polo Norte. Los hermosos picos nevados que la circundan y su ambiente pesquero contrastan con la animación y carácter estudiantil de esta villa universitaria.
Cerca de Tromso, en la vecina isla de Kvaloya, la familia al completo podrá disfrutar de la inolvidable experiencia de ser parte de la naturaleza al dirigir un trineo tirado por perros husky. Durante la noche, la experiencia se torna casi mística.
Cabo Norte, el punto más septentrional de tierra firme de Europa, ofrece una imagen sobre las dimensiones de la Tierra. Más allá, sólo agua y hielo bajo la vista. Skarsvag, la aldea de pescadores situada más al norte del planeta, ofrece un hospitalario cobijo donde disfrutar de café y gofres de mora ártica en un ambiente hogareño.
SVALVARD, LA PERLA DEL ÁRTICO
A medio camino entre la tierra firme de Noruega y el Polo Norte de encuentra el archipiélago de Svalbard, un lugar donde disfrutar de una emocionante experiencia con la naturaleza gracias a la mágica combinación de las luces árticas. Seleccionada por "Lonely Planet" en su "top ten" de destinos turísticos, la región es famosa por su alta población de osos polares, la magia de los pueblos mineros, los glaciares y los oscuros fiordos.
Además, durante el mes de febrero la región celebra el festival "Polar jazz", donde artistas de talla internacional interaccionan con la naturaleza invernal y las auroras boreales bailan en el cielo sobre las majestuosas montañas.
HOTELES DE HIELO Y NIEVE
En la ciudad lapona de Alta se encuentra el hotel de hielo más septentrional del mundo, donde pasar una noche inolvidable en una cama di hielo cubierta por pieles de reno. El Alta Igloo Hotel es una fabulosa obra de hielo y nieve de más de 2.000 metros cuadrados con todas las comodidades y servicios que cualquier hotel del mundo pueda ofrecer: salas de reuniones, jacuzzi, restaurante e, incluso, capilla.
Por su parte, cerca de Aalesund, en la región de los fiordos, ha abierto sus puertas el Hotel de Hielo de Bjorli. Situado en la orilla del río Rauma, ofrece la posibilidad de alojarse en una de sus fantásticas suites, tomarse una copa en su bar de hielo y disfrutar de una sauna o un jacuzzi al aire libre.
EL PUEBLO SAMI
En el mes de abril, se celebra en Karaskoj, "la capital sami" su particular semana santa, repleta de actividades en las que pervive su cultura ancestral.
La cultura sami se ha desarrollado en el norte de Escandinavia, a lo largo del Círculo Polar Ártico de Noruega, Suecia, Finlandia y Rusia, desde que llegaron los primeros pobladores, hace 11.000 años. Actualmente, de los 100.000 habitantes sami, aproximadamente la mitad vive en Laponia Noruega.
Al igual que otros pueblos indígenas, los sami viven en paz con la naturaleza. Visten sus trajes tradicionales de colores fuertes y viven en tiendas de turba mientras pastorean sus renos; el reno es un animal íntimamente ligado a la cultura sami y muestra de ello es que en su idioma existen más de 400 palabras para designar al animal. Además conservan otros signos culturales originales como el "yoik" su característico canto, su propio idioma y su valiosa artesanía. Y existe una fuerte pervivencia de sus leyendas e historias a través de la poesía y la escultura y la pintura.
Los habitantes sami cuentan con su propio parlamento que es elegido por sus ciudadanos en elecciones que se celebran cada cuatro años. El parlamento sami de Noruega está en la ciudad de Karasjok, en un moderno edificio que se ha convertido en uno de los atractivos turísticos de "la capital sami".
A lo largo del año se celebran diversos festivales y acontecimientos culturales que contribuyen a la pervivencia de la cultura sami como los "Días Culinarios Árticos" del mes de febrero, el "Festival Invernal Borealis" en marzo o el "Yukigassen" que se celebra en abril en Vardo y donde los participantes, de varios países, se divierten en una "guerra" de bolas de nieve.
Pero quizá lo más destacado del calendario sami es su particular Semana Santa, un importante acontecimiento que este año se celebra en las dos capitales sami de la región: Kautokeino y Karasjok, del 3 al 12 de abril. En estos días, en ambas ciudades se ofrece un amplio abanico cultural que va desde conciertos de "yoik", teatro, el Sami Grand Prix, competiciones de pesca de hielo y carreras de renos. Tras la aparición de las motos de nieve, las carreras de renos corrieron el riesgo de desaparecer, pero los festivales de Semana Santa impulsaron de nuevo esta práctica.