Las rosas son las reinas por excelencia de casi todos los jardines. Flores que tanto por su perfume como por su exquisita belleza se han ganado su fama y reconocimiento en todas las partes del mundo. Y es que decorar con rosas los jardines particulares los llena de vida, color y sobre todo les confiere un aroma muy agradable.
Se puede decir de las rosas que son las plantas más cultivadas por el hombre, son tan sumamente conocidas que a lo largo del tiempo han sido mezcladas entre ellas hasta sacar especies híbridas de lo más originales y sorprendentes. Hablar de las rosas es hablar de flores apasionantes que también pueden esconder evocadoras historias y leyendas.
Rosas de hoy en día
Existen infinidad de clases de rosas, agrupadas según sus características en tres tipos. Las rosas clásicas son las especies de siempre, las más antiguas que permanecen exactamente igual, sin cambios. Las rosas silvestres, son las que crecen por sí solas, sin necesidad de que nadie las tenga que plantar, se pueden ver en las zonas autóctonas. Y por último las rosas modernas, son todas aquellas que proceden de diversos cruces y mezclas y que dan como resultado originales especies nada vistas y muy vanguardistas.
La mayoría de las rosas que se plantan hoy en día son rosales modernos. Pueden ir desde las rosas en miniatura (rosas mini) hasta las plantas tapizantes o trepadoras, pasando por las características rosas de té (las de flores grandes), así como las que se cultivan formando macizos (para cubrir el suelo, formar setos etc.)
Otros tipos de rosas que se cultivan hoy en día son las que se injertan en forma de árbol de pie alto, como si fuera un pequeño arbolito con su copa llena de rosas.
Este tipo de rosal se consigue injertando rosas mini en un tronco de rosal silvestre o clásico. El resultado es un moderno y original pequeño arbolito, muy válido para colocar sólo o agrupado formando un decorativo conjunto.
Cómo plantar un rosal
Lo primero que hay que hacer antes de cultivar rosas es asegurarse de que estas sean de calidad. Que tengan unas raíces sanas si se pueden ver porque estén desnudas o en el caso de que incluyan cepellón fíjarse bien en sus ramas, que estén bien formadas.
Interesa que en el suelo en el que se planten no hayan estado cultivadas otras especies durante mucho tiempo ya que esto supondría un desgaste excesivo de la tierra y los rosales no crecerían tan fuertes. Lo ideal es que el suelo en el que plantes los rosales sea arcilloso, tenga suficientes minerales y materia orgánica, no tiene por qué ser especialmente rico pero sí es verdad que esto ayuda a que se desarrollen perfectamente.
Situarlos en una zona en la que reciban mucho sol será lo mejor. La radiación solar mejorará el crecimiento y la floración de los rosales, aunque de vez en cuando una sombra tampoco les viene mal.
Hay que recordar que a las rosas, como a muchas otras plantas les viene bien un suelo que tenga suficiente capacidad de drenaje. Para los jardines que no posean esta cualidad se puede optar por echar arena y mezclarla con tierra, moldear bien el terreno para evitar las depresiones e inundaciones así como regando con menos cantidad de agua y dando más abono a las plantas.
Combinar lo rosales
Las rosas se pueden utilizar plantadas en macizos y arrietes así como plantadas aisladas. Para formar combinaciones y mezclar distintos colores lo ideal es hacerlo plantándolas en arbustos, se puede hacer mezclando arbustos antiguos y modernos para dar un toque de vigor al jardín y combinar diversos colores.
Para las fachadas y para cubrir pérgolas los rosales trepadores serán una buenísima opción, sobre todo si los muros de la casa están orientados al sur y reciben una cantidad de radiación solar idónea.