Por Gloria Vázquez Sacristán
Es curioso ver como cada vez que una nueva estación se cierne sobre nosotros necesitamos renovar nuestra vida, como si de una flor o un árbol se tratase. Hemos de cambiar el color de nuestras hojas y hacer que nuestras habitaciones y vestidos luzcan de la manera más acorde posible. En el caso del menaje del hogar nos ocurre lo mismo.
Cuando el sol comienza a lucir con su máxima intensidad nos damos cuenta de que la tapicería de nuestra casa parece muy invernal y nuestra vajilla nos aburre sobremanera.
¿Qué hacer?
Dado que en la mayoría de los hogares no contamos con tal gama de elementos como para permitirnos el lujo de hacerlo según la estación y el clima, hemos de tener en cuenta varias cosas a la hora de elegir una.
Momentos únicos
En primer lugar debemos saber que la vajilla más elegante la reservaremos para las ocasiones especiales. La mayoría de éstas suelen ser más delicadas y no debemos abusar del calor del lavavajillas. Otro elemento que se une a esta excepcionalidad es que no debemos agotarnos visualmente, es decir, que si estamos habituados a usarla cotidianamente no nos resultará nada llamativa en nuestra mesa. La mayoría de éstas forman parte del ajuar que tradicionalmente las mujeres aportamos a la unión matrimonial y que a priori dudamos de su utilidad. Pero la sabiduría de nuestras madres acaba por pesar sobre nuestros ideales revolucionarios del siglo XXI y acabamos claudicando ante el uso de las mismas.
Uso diario
Dentro de esta categoría, que es la que más popularidad tiene, encontramos diferentes materiales a tener en cuenta en su adquisición.
En primer lugar, hablaremos de Bone China, están realizadas de quarzo, restos de caolín y cenizas de huesos. Por su apariencia pueden indicar delicadeza o fragilidad, pero la verdad es que son sorprendentemente resistentes.
En segundo, las de porcelana China, que poseen los mismos componentes que las anteriores pero sin los restos de huesos. Se caracterizan por su gran resistencia a las ralladuras.
En tercer lugar, Stoneware realizada con un material más resistente que el anterior ya que la arcilla es opaca y más pesada. Ideal para el lavavajillas y hornos.
Vidrio tensionado coloreado. Es práctico y resiste el ritmo de vida de lavavajillas y microondas.
Por ultimo destacar las clásicas de barro que su usan principalmente en ambientes más rurales. Se suelen barnizar y decorar con diseños muy llamativos.
Estilo de vida
Uno de los principales requisitos a la hora de adquirir y completar nuestro menaje es saber el tipo de vida que llevas. Hemos de ser consciente del número de miembros que somos en la familia, la cantidad de veces que comemos en casa o el número de actos sociales que realizamos en casa. De esta forma daremos más importancia a una u otra. Es muy importante poseer dos tipos de vajillas, una de uso diario y otra más formal. Pero a la hora de invertir en número de piezas y calidades hemos de saber cuál va a ser nuestra preferencia a destacar.
Como consejo personal no me gustaría finalizar sin mencionar que la cristalería, la cubertería y la mantelería también son importantes. Nuestra mesa debe formar un todo armónico y articulado en el que ningún elemento debe resaltar negativamente sobre el resto. Esto sería un punto negativo que nuestros invitados comentarían de manera peyorativa. Hay que esmerarse en los pequeños detalles ya que la elegancia reside en todos y cada uno de ellos.
