La exoluna Kepler 1625 b-i sería muy distinta a las del Sistema Solar

Superficie lunar
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Actualizado: miércoles, 25 octubre 2017 18:41

   MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Kepler 1625 b-i, candidata a ser la primera exoluna, sería probablemente diferente a cualquiera de las lunas de nuestro Sistema Solar, ampliando así las teorías sobre el origen de estos astros.

   Es la conclusión de un nuevo estudio publicado en el servidor de pre-impresión arXiv por René Heller, científico espacial del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar.

   En julio, un equipo de investigadores dirigido por Alex Teachey y David Kipping de la Universidad de Columbia anunciaron que habían encontrado posibles pruebas de que una luna rodeaba un planeta fuera de nuestro sistema solar, a 4.000 años luz. Si la exoluna resulta ser real, sería la primera vez que se descubre una. Las noticias de un posible avistamiento de exoluna han desatado especulaciones sobre cómo podría ser.

   En su artículo, Heller describe la investigación que ha llevado a cabo estudiando los datos de Kepler que sugieren la posible exoluna. Él señala que los datos no son lo suficientemente sólidos como para precisar el tamaño de la luna, lo que sugiere que podría ser desde aproximadamente el tamaño de la Tierra hasta el tamaño de Saturno. Él no sugiere que la información demuestre la existencia de una exoluna, pero sí ofrece una suposición descabellada sobre el tamaño de la exoluna si está allí, aproximadamente del tamaño de Neptuno.

   Una luna de ese tamaño no existe en nuestro propio sistema solar, por supuesto, lo que sugiere que si una tan grande existe en otra parte, probablemente se formó de maneras que no están descritas por una de las tres principales teorías de la creación lunar: algo que impacta un planeta, asimilación de material que orbita un planeta, o un objeto que pasa capturado por la gravedad de un planeta.

   Esto significa que si se confirma la exoluna y se puede determinar su tamaño y composición, es probable que haya una carrera entre grupos espaciales de todo el mundo para encontrar una teoría que explique su existencia.

   Teachey y Kipping han expresado abiertamente su opinión de que los investigadores deberían esperar para ver si la exoluna existe antes de realizar investigaciones o crear teorías, para que no sea en vano. Tienen la vista fija en este fin de semana, cuando el Telescopio Espacial Hubble apunte al sistema, posiblemente confirmando o descartando su existencia.