La vida compleja exige una zona habitable muy estrecha

La vida compleja exige una zona habitable muy estrecha
NASA AMES/JPL-CALTECH/T. PYLE
Actualizado: martes, 5 marzo 2019 13:30

   MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Las zonas habitables --la distancia a la cual puede existir agua líquida en la superficie de un planeta-- podrían ser mucho más estrechas de lo que se pensaba, si se trata de acoger vida compleja.

   La investigación sobre cómo evolucionó la vida en la Tierra ha demostrado que el agua sola no garantiza la vida, ni tampoco la presencia de gas oxígeno. Ahora, un nuevo estudio liderado por Edward W. Schwieterman, del programa postdoctoral de la NASA en la Universidad de California, Riverside, ha considerado otras dos grandes firmas biológicas que son esenciales para la vida tal como la conocemos: el dióxido de carbono y el monóxido de carbono.

   Demasiado de estos compuestos sería tóxico para la vida compleja, mientras que muy poco significaría que los primeros procariotas no emergerían. Si la vida en la Tierra es una indicación, las formas de vida básicas son esenciales para que evolucionen formas de vida más complejas y consumidoras de oxígeno. Por esta razón, Schwieterman y sus colegas buscaron revisar la definición de una zona habitable para tener esto en cuenta.

   Como explicó en un artículo reciente de MIT Technology Review: "Para las regiones medias y externas de la zona habitable, las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera deben ser mucho más altas para mantener las temperaturas propicias para el agua líquida superficial".

   Para ilustrar este principio, el equipo utilizó Kepler-62f como ejemplo. Es una super-Tierra que orbita una estrella de tipo K (ligeramente más pequeña y más oscura que el Sol) ubicada a unos 990 años luz de la Tierra. Este planeta orbita alrededor de la estrella a la misma distancia que Venus sobre el Sol, pero la masa más baja de la estrella significa que está en el borde exterior de la zona habitable.

   Cuando se descubrió en 2013, se pensaba que este planeta era un buen candidato para la vida extraterrestre, suponiendo la presencia de un efecto invernadero suficiente. Sin embargo, Schwieterman y sus colegas calcularon que habría 1.000 veces más dióxido de carbono (300 a 500 kilopascales) de lo que existía en la Tierra cuando las formas de vida complejas evolucionaron por primera vez (hace unos 1.850 millones de años).

   Sin embargo, esta cantidad de dióxido de carbono sería tóxica para la mayoría de las formas de vida complejas aquí en la Tierra. Como resultado, Kepler-62f no sería un candidato adecuado para la vida, incluso si fuera lo suficientemente caliente como para tener agua líquida. Una vez que tomaron en cuenta estas restricciones fisiológicas, Schwieterman y su equipo concluyeron que la zona habitable para la vida compleja debe ser significativamente más estrecha: una cuarta parte de lo que se había estimado originalmente.

   Schwieterman y sus colegas también calcularon que es probable que algunos exoplanetas tengan niveles más altos de monóxido de carbono porque orbitan alrededor de estrellas frías. Esto impone una restricción significativa en las zonas habitables de las estrellas enanas rojas, que representan el 75 por ciento de las estrellas en el Universo, y que se cree que son el lugar más probable para encontrar planetas que son de naturaleza terrestre o rocosa, informa Universe Today.

   Sobre las implicaciones de su estudio, Schwieterman dijo: "Es posible que no esperemos encontrar signos de vida inteligente o tecno-firmas en planetas que orbitan a estrellas enanas M tardías o en planetas potencialmente habitables cerca del borde exterior de sus zonas habitables".