MADRID, 4 Ene. (EUROPA PRESS) - Los científicos han utilizado durante mucho tiempo el radio 228 para rastrear el flujo de material desde la tierra y los sedimentos hacia el océano. Es un isótopo de origen natural producido por la desintegración radiactiva del torio en los sedimentos. Pero a diferencia del torio, se disuelve en el agua, donde los científicos pueden rastrear las fuentes, cantidades, tasas y dirección de su flujo, dijo Kipp, autor principal del estudio y estudiante graduado en el Programa Conjunto de Oceanografía MIT-WHOI. Para su sorpresa, el equipo de investigación descubrió que las concentraciones de radio-228 en el océano Ártico central habían aumentado sustancialmente desde la última vez que se realizaron las mediciones en 2007. ¿Cuál fue su fuente y por qué había aumentado? "El monitoreo continuo de las entradas de la plataforma a las aguas superficiales del Ártico es, por lo tanto, vital para comprender cómo el clima cambiante afectará la química, la biología y los recursos económicos del Océano Ártico", escribieron los autores del estudio.