MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
La nave LISA Pathfinder de la ESA despegó este jueves en un cohete Vega desde el Puerto Espacial Europeo en Kourou, Guayana Francesa, para intentar observar las ondas gravitacionales desde el espacio.
Se trata ondulaciones en el tejido del espacio-tiempo, predichas hace un siglo por la Teoría General de Albert Einstein de la relatividad. La teoría de Einstein predice que estas fluctuaciones deben ser universales, generadas por la aceleración de objetos masivos. Sin embargo, no se han detectado directamente hasta la fecha, ya que son muy pequeñas. Por ejemplo, las ondas emitidas por un par de agujeros negros que orbitan entre sí se estirarían a lo largo de un regla de un millón de kilómetros menor que el tamaño de un átomo, informa la ESA.
LISA Pathfinder probará la extraordinaria tecnología necesaria para observar las ondas gravitacionales desde el espacio. En su esencia, consiste en un par de cubos de oro-platino idénticos de 46 milímetros separados por 38 centímetros, que estarán aislados de todas las fuerzas externas e internas que actúan sobre ellos, excepto uno: la gravedad.
La misión pondrá estos cubos en la caída libre más pura jamás producida en el espacio y monitorizarán sus posiciones relativas a precisión asombrosa, sentando las bases para los observatorios de ondas gravitacionales en el espacio.
Tales misiones futuras serán socios clave para los observatorios terrestres que buscan estos esquivos mensajeros cósmicos. Experimentos espaciales y terrestres son sensibles a diferentes fuentes de ondas gravitacionales, abriendo nuevas posibilidades para estudiar algunos de los fenómenos más poderosos del Universo.
El lanzador Vega despegó a las 04:04 GMT. Unos siete minutos más tarde, después de la separación de las tres primeras etapas, la primera ignición de la etapa superior del Vega impulsó a LISA Pathfinder en una órbita baja, seguido por otro encendido de cerca de una hora y cuarenta minutos.
La nave espacial se separó de la etapa superior a las 05:49 GMT. Los controladores en el centro de operaciones de la ESA en Darmstadt, Alemania, establecieron después el control de la nave. Durante las próximas dos semanas, la propia nave espacial efectuará seis igniciones para alcanzar su posición en el espacio denominada L1, a unos 1,5 millones de kilómetros de la Tierra en dirección hacia el Sol.
