Un cráneo de mono indica que el cerebro evolucionó a borbotones

Modelo de ordenador de cerebro de mono
LEANDRO ARISTIDE
Actualizado: martes, 9 febrero 2016 14:32

   MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Una especie de mono del nuevo mundo parece haber sufrido cambios repentinos en partes individuales de su cerebro, durante períodos evolutivos que le hicieron evolucionar en el desarrollo cognitivo.

   En su artículo publicado en Proceedings, investigadores de Brasil y Argentina --dirigidos por Leandro Aristide, de la Universidad Nacional de La Plata-- describen su estudio y los resultados, y por qué creen lo que encontraron podría aplicarse a los seres humanos también.

   Durante muchos años, los investigadores creían que la inteligencia superior en los seres humanos es atribuible al gran tamaño de nuestro cerebro en relación con el tamaño del resto de nuestro cuerpo. Sin embargo, estudios posteriores encontraron que otros animales tenían proporciones que eran aún más pronunciadas, lo que sugería que debía haber algo más. En este nuevo estudio, los investigadores proponen que cambios en el tamaño de ciertas partes del cerebro dieron lugar a incrementos en las capacidades cognitivas, y que esto ocurrió a borbotones.

   El equipo llegó a estas conclusiones mediante el estudio de los cráneos de 179 platyrrhines adultos (que incluían 49 especies y muestras de ambos sexos): un tipo de mono del nuevo mundo. Los investigadores añadieron datos de los cráneos en un software de modelado que también fue capaz de tener en cuenta los cambios evolutivos. En el estudio de los modelos, los investigadores encontraron que los cerebros de los monos se sometieron a dos períodos distintos de cambio evolutivo.

   La primera se produjo cuando los monos comenzaron a moverse por el suelo más, lo que les permitió obtener nuevos tipos de alimentos. Eso llevó, afirman los investigadores, a un neocórtex ampliado, lo que obligó al cerebro a cambiar en su eje, empujando el tronco cerebral más abajo. El siguiente brote se produjo cuando los monos se volvieron más sociales, lo que llevó a una zona prefrontal menos expandida. Los modelos mostraron que el cerebro cambia con las circunstancias cambiantes --sugieren los autores-- que finalmente llevan a la forma que los cerebros de los monos tienen ahora.

   Debido a que los humanos también son primates, los investigadores sugieren que parece razonable concluir que nuestros cerebros crecieron a borbotones durante situaciones similares de nuestra historia, y que no fue un mayor tamaño del cerebro lo que nos dió una superioridad cognitiva, sino el crecimiento de ciertas partes del cerebro que fueron utilizadas de forma intensiva durante la evolución.

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