VALENCIA 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
El actor de ourense Moncho Borrajo realizará mañana una parada en el Teatro Olympia de Valencia para presentar su último espectáculo 'Despedida y Cierre', que él describió como "políticamente incorrecto" y repleto de improvisaciones, ternura, humor, ironía, magia, escatologías y poesía. Con este último montaje teatral, el polifacético artista pretende "hacer reír, soñar e incluso llorar al espectador".
Borrajo explicó, en una rueda de prensa, que tras 38 años en el mundo del espectáculo "sin interrupción", su última obra con los pies en el escenario, estrenada el pasado mes de febrero de 2007 y que culminará en febrero de 2009 tras recorrer la geografía española, persigue enseñar el acto "más auténtico", derrochando sentido del humor, ironía y ternura, en una escenografía que tendrá como elemento fundamental la luz y el sonido, creando efectos sorprendentes.
Así, en el transcurso de dos horas y media aproximadamente, Borrajo hará un recurrido por su trayectoria teatral, en un escenario presidido por todos los trajes que ha utilizado en sus anteriores espectáculos colgados en múltiples hileras multicolores, como una especie de "testigos" de un tiempo que se está acabando.
El actor, además, repasará la actualidad "más inmediata" y hablará sobre el libro de la Reina Doña Sofía, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la crisis. Todo ello desde la improvisación, la ternura, la poesía y el humor, reiteró. Durante el espectáculo, tal vez se le escapen expresiones en valenciano, puesto que, dijo, "son muy graciosas". Comenzará con un telediario a cargo del periodista Iñaki Gabilondo, anunciando su último espectáculo.
Explicó que en sus obras "nunca" se ha metido con los defectos físicos, "aunque sí con el rico, el pijo, el moderno y el prepotente", y este año "no se van a salvar los Reyes". No pretenderá ofender puesto que no tiene odio, según afirmó, "ni desenterrar a los muertos o recuperar venganzas absurdas". Este espectáculo, como todos, será conciliador, porque "me meto con todos, empezando conmigo mismo".
Con todo, pretende que su actuación en Valencia sea una despedida "bonita", en lo que él calificó como su "bombonera, en un teatro muy especial". Así, dirá adiós a la escena porque "si continuara, empezaría a repetir", y porque quiere dedicarse a escribir y a pintar, "a vivir", subrayó. De este mundo del que se despide se lleva al público, como lo mejor, y a la soledad, como lo peor.
Aseguró que había hecho dos cosas en el mundo del espectáculo, por una parte, la capacidad de improvisación y, por otra, el paso de la agresividad a la ternura. Ahora, aseveró estar "cansado" de "las puñaladas", y afirmó que quería volver a pasear por el barrio del Carmen para tomar una copa sin que le paren, "recuperar el tiempo".
Se describió, por último, como una "rara especie", como un "bicho" que hace un espectáculo "personal, que suele gustar mucho o nada, que es blanco o negro, sin un término medio". Afirmó que siempre ha sido un "pepito grillo" y que le había encantado no haber gustado a políticos. "No he sido un hombre que haya pasado desapercibido", apostilló.
HISTORIA VALENCIANA
Borrajo, natural de Baños de Molgas (Ourense), llegó a Valencia con 16 años para cursar estudios de Arquitectura, donde era conocido con el apodo de 'Gallego'. Dejó estos estudios por los de Aparejadores y Bellas Artes, a la vez que empezó a participar como cantante de protesta en distintos actos públicos, y a realizar exposiciones en distintas galerías de todo el territorio nacional.
En 1976 recibió la medalla al mérito artístico de Información y Turismo, y casi 10 años más tarde decidió dejar las partituras para dedicarse al mundo del espectáculo plenamente, alcanzado el éxito con obras como 'Aguijón 79'; 'Borrajo perdido'; 'Moncho Gusto'; 'Aquí no hay crisis'; 'El Bufón del Rey'; 'Cosas Mías'; 'Este y yo' o 'España Cabaret'.
En su faceta de escritor destacan títulos como 'Moncho y yo'; 'Moncho y tú'; 'Amo la ciudad'; 'Con amor y humor'; o '365 Ocurrencias para la Tolerancia'. También escribió numerosos artículos en revistas y periódicos, en 1991 volvió a la pintura, y compaginó esta actividad con la escritura y el espectáculo. Hasta febrero de 2009, que en Coruña dirá adiós a la escena, vaciará la mochila para llenarla de otra cosa "pero sin pausas, sin mudanzas", dijo, al tiempo que resaltó que pretendía mandar él sobre el tiempo, "y no el tiempo sobre mí". Borrajo indicó que ya está lista su memoria, pero que prefiere "dejarla esperar" puesto que incluía cosas que prefería que su padre no leyera.