VALENCIA, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las dos investigadoras que han descubierto en el Archivo Histórico Municipal de Valencia el plan de reforma urbana global de la ciudad más antiguo --diseñado por Luis Ferreres a finales del siglo XIX-- apuntaron hoy la posibilidad de que no se llevara a cabo por su alto presupuesto, ya que en aquella época los 67 millones de pesetas que hubieran costado los trabajos eran una partida muy abultada.
Las expertas Marta García Pastor y Rosario Casao Piquer estuvieron hoy en el Archivo Histórico Municipal junto a la responsable del mismo, Encarna Furió, para explicar los detalles de este importante hallazgo, que supone el más ambicioso proyecto del urbanismo valenciano, a un nivel similar de los ya conocidos y divulgados planes de Barcelona y Madrid.
Las estudiosas comentaron que "como investigadoras, estamos encantadas de que exista el plan" y matizaron que "si se hubiera ejecutado tendríamos otra Valencia aunque no se puede valorar algo en términos actuales".
Al respecto, Marta García dijo que el de Ferreres fue "un proyecto precioso pero también agresivo y si se hubiera realizado se habría hecho daño a los propietarios y a los arrendatarios aunque desconocemos si la legislación del momento preveía los realojos o las indemnizaciones".
García añadió que "no se llevó a cabo, seguramente, por falta de empuje por parte de la corporación local". En aquella época, las principales ciudades europeas querían "subirse al carro de la modernidad". "Se hablaba de reformar la ciudad porque rechazaban la ciudad histórica de las calles tortuosas, se hablaba de saneamiento, de que el aire pasara por las calles y de evitar epidemias pero era un proyecto agresivo y no sabemos si la corporación tuvo fuerzas para acometerlo, ya que implicaba mucho dinero", señaló.
Por su parte, Rosario Casao Piquer insistió en que el de Ferreres fue el primer proyecto global de la ciudad porque hasta ese momento se habían hecho reformas parciales y recordó que en aquel momento Valencia conservaba una estructura de "ciudad árabe con una trama de calles muy tortuosa". Hasta ahora, el documento más antiguo que se conocía estaba datado en 1911 y era obra de Federico Aymamí.
Encarna Furió manifestó que los especialistas "teníamos conocimiento que el plan existía" y detalló que forma parte del Fondo Emilio Arrieta --quien fue arquitecto municipal de monumentos--, que se recibió hace unos años procedente de la oficina técnica de monumentos.
MATERIAL HETEROGÉNEO
Se trata, según Furió, de un fondo que "no tiene una normativa ni una lógica archivística". Asimismo, el material que contiene es heterogéneo --incluye documentos de ordenación urbana, licencias de obras, de la Feria de Julio y de Navidad, de monumentos-- y ya había sido ha sido consultado por distintos investigadores, pero cada uno de ellos pide únicamente lo que necesitan para sus trabajos.
Marta García y Rosario Casao estaban trabajando sobre un proyecto de ordenación urbana y en este fondo que consultaron es donde estaba el proyecto de Ferreres.
En 1890, el Consistorio encargó a Ferreres el 'Estudio de la Reforma Interior de la Ciudad sobre la base de la apertura de una calle de 30 metros de ancho que desde la expuerta de Ruzafa llegase hasta la de San José'.
Este gran vial desde Ruzafa se apoyaba en el trazado de otra gran calle central de 25 metros de latitud desde el puente del Real a la calle de San Pedro Pascual junto con la reforma de las afluentes y modificación del Proyecto de gran Vía de 30 metros. Esto supuso el primer proyecto global de la ciudad: el primer Plan General.
Ambos proyectos eran hasta el momento inéditos, por lo que la historia del urbanismo valenciano se conocía de forma sesgada, de manera que se había atribuido al Plan de Reforma Interior de Federico Aymamí de 1911 una originalidad y relevancia que no le correspondía.
