CASTELLÓN, 13 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Festival Internacional de Música Antigua y Barroca de Peñíscola (Castellón) cerró su decimotercera edición en la noche de ayer con más de 2.000 espectadores repartidos en los seis conciertos celebrados entre los días 3 y 12 de agosto en el Castillo del Papa Luna, según informaron fuentes de la Generalitat en un comunicado.
A esa cifra se añaden las cerca de 200.000 personas que asistieron al espectáculo piromusical del día 2 de agosto, fiesta que todos los años da paso al ciclo de conciertos y que, en esta ocasión, "desbordó todas las expectativas tanto por la perfección técnica como por la calidad artística de la que hizo gala la Pirotecnia Tomás de Benicarló".
Al igual que en la anterior edición, "se ha evidenciado el gran salto que han experimentado los músicos y cantantes españoles --en especial las voces femeninas-- dedicados a la música medieval, renacentista y barroca, que compiten con los más prestigiosos intérpretes internacionales y que incluso aúnan esfuerzos para proponer nuevos trabajos de investigación", explicó la directora del Institut Valencià de la Música, Inmaculada Tomás, quien agradeció, un año más, la colaboración de la Diputación de Castellón y del Ayuntamiento de Peñíscola en la organización del festival.
Accademia del Piacere, con Mariví Blasco y Lluís Vilamajó como voces solistas, ofreció un primer concierto especialmente viajero por diferentes cortes españolas, que se transportó también al Nuevo Mundo y que supuso una "enorme transformación y un gran enriquecimiento", tanto para la música española como para la criolla.
La innovación llegó al festival el día 5 con el grupo japonés Anthonello y el intérprete de guitarra barroca Rafael Bonavita, que ofrecieron un concierto "muy alejado del concepto actual, al reivindicar la libertad creativa y la improvisación como elementos genuinos" de la música barroca.
La ópera de Vivaldi, La Senna festeggiante, el día 6, fue el concierto más visto de toda la edición, con 600 espectadores, que supieron apreciar la "solvencia" del grupo Musica Ficta dirigido por Raúl Mallavibarrena.
Capella de Ministrers logró conectar el día 10 con el público con una propuesta de "tintes festivos y llena de vida", y algún que otro "toque picante", con la música de los trovadores de la Corona de Aragón en tiempos de Jaume I, dentro de la programación que la Generalitat dedica al 800 aniversario de su nacimiento.
La soprano Olga Pitarch "deleitó" al público del Castillo el día 11 con su "gran afinación, elegancia y competencia técnica", con el grupo Vie Sul Mare, que estuvo a la altura de este gran concierto.
La clausura corrió a cargo de una de las más relevantes figuras en la interpretación de la música barroca: la soprano Marta Almajano que forma parte de un grupo de muy reciente creación impulsado por el prestigioso clavecinista Nicolau de Figueiredo.
La directora del IVM adelantó que la próxima edición del Festival Internacional de Música Antigua y Barroca de Peñíscola tendrá programas especiales dedicados a Haendel con motivo de la celebración del 250 aniversario de su fallecimiento.
