VALENCIA, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las familias de la pareja valenciana desaparecida en el mar Rojo cuando viajaban en un barco para hacer submarinismo aseguraron hoy que están "derrotados" pero "también luchadores", por considerar que "hay que continuar adelante" y "hay que demostrar las negligencias que se cometen en ese país", pese que al contratar los servicios en España "te dan todas las garantías".
Así lo señaló hoy la hermana de la desaparecida, Cristina González, en declaraciones a los medios de comunicación tras recibir a sus familiares en el aeropuerto de Manises (Valencia) a su regreso de Egipto.
Aseguró que sus padres "están cansados" porque "el viaje ha sido duro", aunque recalcó que si bien todos los familiares de la pareja están "derrotados por una parte, por la pérdida de nuestros hermanos", también se muestran "luchadores" porque "saben que hay que llorar, pero que esto no acaba aquí". "Hay que continuar adelante", sentenció.
En este sentido, reivindicó que "hay que demostrar las negligencias que se cometen en ese país, cuando tú contratas algo aquí y aquí te dan todas las garantías", por lo que comentó que estudiarán la posibilidad de emprender acciones legales en relación con ese extremo.
"Ese es el comienzo", subrayó Cristina, quien comentó que "no se sabe aún seguro si se va a poder bajar o no" al lugar donde se encuentra el barco y lamentó que "debido a la presión, no hay cuerpos ya". "Pero bueno, están aquí y aquí", agregó señalándose la cabeza y el corazón.
Por su parte, el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, se desplazó al aeropuerto valenciano para trasladar en persona a las familias de la pareja desaparecida en el mar Rojo todo el apoyo de la Generalitat, "a todos los niveles", incluido el jurídico y de asesoramiento.
Castellano se reunió durante 45 minutos con los familiares con el objetivo de que le explicaran la situación vivida en Egipto y de mostrarles todo el apoyo del Gobierno valenciano, que se puso en contacto con ellos desde el primer momento.
Los dos fallecidos, Israel Pérez y María Lourdes González, de 33 años, eran pareja y residían en Valencia. Viajaban en el 'Coral Princess' junto a otros 12 turistas españoles, que han sobrevivido, con la intención de practicar submarinismo.
