VALENCIA, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las obras para reformar la sede del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) arrancarán probablemente en 2018 --siempre que no haya ningún imprevisto-- y la Conselleria de Justicia ya cuenta con un edificio para ubicar la Sala de lo Social del tribunal mientras se ejecuta la rehabilitación.
Así lo ha manifestado la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, en una rueda de prensa que ha ofrecido para presentar el proyecto de decreto por el cual se aprueba el Reglamento de Asistencia Jurídica Gratuita, al ser preguntada por las obras en este tribunal.
La consellera ha explicado que actualmente se está "trabajando y concretando" espacios para albergar al personal del TSJCV mientras se ejecutan las obras, con lo que ha lanzado un mensaje de tranquilidad a los trabajadores: "No vamos a dejar a ningún magistrado en la calle, van a tener sus despachos. No queremos que la restauración del tribunal, tan demandada por parte de todo el sector judicial, sea un obstáculo para el ejercicio de su profesión. El traslado se hará debidamente", ha manifestado.
Por el momento, ha indicado que Patrimonio ya les ha concedido una parte de un edificio --que no ha concretado-- para poder ubicar la Sala de lo Social del TSJCV mientras se ejecutan las obras. Y se está buscando ubicación para la Sala Civil y Penal y la Fiscalía. "También está más o menos concretada", ha aseverado sin desvelar más detalles.
La consellera ha explicado que se aprovecharán edificios que necesitan reformas básicas, así como las instalaciones de la Ciudad de la Justicia, lugar al que podrían ir destinados algunos trabajadores mientras duren la sobras.
Preguntada por los plazos, la consellera ha explicado que primero se van a tramitar los pliegos. "Hay que elaborar el anteproyecto y consensuarlo con el colectivo judicial, porque queremos que todos estén cómodos y contentos. Luego se hará el proyecto y se iniciará la licitación", ha expuesto.
En atención a la duración del procedimiento administrativo, Bravo ha indicado que si todo va bien, si los pliegos no dan problemas y tampoco hay impugnaciones, las obras podrían comenzar en el plazo de un año, en 2018.
