La edil del PSPV-PSOE en el Ayuntamiento de València María Pérez y el portavoz de esta formación en el consistorio, Borja Sanjuán, en la rueda de prensa que han ofrecido sobre la ZBE. - PSPV-PSOE
VALÈNCIA, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
El PSPV-PSOE en el Ayuntamiento de València, en la oposición junto a Compromís, se ha mostrado este jueves dispuesto a negociar con el PP, al frente de la Alcaldía y de la Concejalía de Movilidad, la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de la ciudad si se amplían las restricciones que contempla la propuesta actual --en número de vehículos y ámbito de actuación--, si se revisan los plazos de aplicación y si el Corredor Verde previsto para la zona sur de la capital valenciana queda libre de coches.
Así lo ha indicado este jueves el portavoz socialista en el consistorio, Borja Sanjuán, que ha comparecido en rueda de prensa junto a la edil de este grupo municipal María Pérez para precisar cuál es la posición del PSPV-PSOE respecto a la ZBE, después de que en el pleno del pasado martes la ordenanza que la iba a regular no prosperara al romperse la unidad de voto del equipo de gobierno local que forman PP y Vox.
Esta última formación, que había votado a favor de esa norma municipal en la Comisión de Patrimonio celebrada la pasada semana, se opuso a ella en la sesión plenaria. De este modo, el documento, que entraba en vigor el 1 de diciembre, no prosperó al recibir 19 votos en contra --de Vox y de la oposición-- y 13 a favor --de PP--. La ZBE debe ser efectiva antes del 31 de diciembre, como marca Bruselas.
"Hay tres condiciones importantes que afectan a la ZBE, líneas rojas para el Partido Socialista" a la hora de negociar, "y una condición adicional", ha aseverado Sanjuan, que ha precisado que esta última es que por el Corredor Verde no circulen coches, como planteaba el ejecutivo de la ciudad.
"Si no hay un Corredor Verde por el que no pasen coches, es decir, si no le mandan una planta viaria a --la paisajista Kathryn-- Gustafsson --encargada del diseño del Parque Central-- donde no aparezca ningún coche, no es posible que haya ningún acuerdo", ha concretado el concejal.
En esta línea, ha manifestado que los socialistas no pueden "aprobar una Zona de Bajas Emisiones a la vez que avalan que en la principal obra de infraestructura --verde-- de esta ciudad se haga una nueva autovía urbana" porque "no tendría ningún sentido". "Es una cuestión de modelo", ha asegurado, al tiempo que ha aseverado que la ZBE "es una cuestión muy importante dentro del modelo de cómo se relaciona la ciudad con el tráfico y de cómo se relaciona la ciudad con el espacio público" en favor de la "reducción de emisiones" y de contaminación.
El representante del PSPV ha resaltado que los miembros de este grupo no están "dispuestos a avalar una falsa Zona de Bajas Emisiones" para València, "la más laxa de toda España" y la que "habían propuesto" desde el gobierno municipal "para aprobar algo, lo que fuera, y evitar una sanción" de la Unión Europea si no se aplicaba. Así, ha rechazado una normativa que "no iba a afectar prácticamente a nadie y, en último término, al 8 por ciento del total del parque móvil de la ciudad, los vehículos más contaminantes".
María Pérez ha añadido que esa ZBE "se adaptaba a los criterios de Vox" porque el PP buscaba su aprobación. Asimismo, ha indicado que este último partido se ha sentido "muy cómodo" con esa normativa aunque es "poco ambiciosa", no atiende "los objetivos europeos" y "no cumple un requisito básico y mínimo muy importante", el de "tener impacto contra la contaminación de la ciudad".
La concejala ha asegurado que la "prioridad" de los socialistas es tener esa cuestión en cuenta y velar por "la salud pública" en la capital valenciana. "Reducir la contaminación es necesario", ha dicho Pérez, que ha afirmado que la ZBE debe ser "un escudo" para frenarla y "un instrumento para mejorarla".
Los representantes del PSPV-PSOE han mostrado la disposición de esta formación a sentarse con el PP "a hablar de la Zona de Bajas Emisiones" para cumplir esos objetivo, contribuir a que la capital valenciana "no pierda los 115 millones de euros" procedentes de la Unión Europea para la puesta en marcha de esa iniciativa y evitar sanciones si no lo consigue --una cantidad que Pérez ha destacado que equivale al 10 por ciento del presupuesto anual del consistorio".
"REAL Y EFECTIVA"
"Estamos dispuestos a hablar para que esta ciudad tenga una ZBE que sea real y efectiva" para "luchar contra la contaminación", ha planteado la concejala. "Nuestra línea roja es que la Zona de Bajas Emisiones que apruebe este ayuntamiento cumpla con la normativa europea y presente medidas reales que ayuden a reducir la contaminación y no solo medidas que estén buscadas para molestar lo menos posible, como se está ahora mismo" haciendo, ha añadido.
Borja Sanjuán ha remarcado el "atolladero" en el que el equipo de gobierno de la ciudad, presidido por la alcaldesa María José Catalá (PP), se ha metido con esa propuesta de ZBE que Vox no le ha ayudado a aprobar. "Ha condicionado la aprobación a un gobierno que está basado en una concepción negacionista de lo que se tiene que hacer con las políticas verdes en esta ciudad y a una política abiertamente procoche, a diferencia de lo que está haciendo cualquier otra ciudad no solamente europea sino también española", ha agregado.
Sanjuan ha comentado que si no se aprueba la ZBE, "València no solamente perdería dinero que ya ha recibido para hacer algunas obras importantes a través de fondos Next Generation o ayudas al transporte que ya están comprometidas, sino que se quedaría fuera a partir de ahora de muchas convocatorias y de muchas ayudas" además de poner "en riesgo una parte importante del presupuesto del Ayuntamiento".
CONDICIONES
El portavoz socialista ha detallado, respecto a las "tres condiciones" que este grupo planteará al PP para hacer posible la ZBE, que son "ampliar el número de vehículos afectados" por las restricciones --para limitar el tránsito de los más contaminantes--; ampliar el ámbito de actuación para evitar que haya barrios que queden fuera espacio de las limitaciones y que puedan "convertirse en aparcamientos de la ciudad" por poder circular por ellos; y "tener unos plazos de aplicación equiparables al resto de ciudades". A estas "líneas rojas" se suma como "medida adicional", que el Corredor Verde quede libre de coches.