Archivo - Escena de 'La Reina Pirata' - JUAN TEROL - Archivo
VALÈNCIA, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Sala Russafa vivirá del 26 de septiembre al 5 de octubre motines a bordo, tempestades marinas y se transformará en una playa desierta con el nuevo espectáculo para niños, niñas y adolescentes de Arden Producciones 'La Reina Pirata', que pretende "romper moldes".
Marta Salinas firma y José Zamit dirige esta comedia corsaria que ambos protagonizan junto a un galeón pirata de grandes dimensiones, que preside la puesta en escena de un divertido texto donde tienen espacio las mujeres empoderadas, las nuevas masculinidades y la subversión de roles, ha explicado la sala en un comunicado.
El espectáculo nace inspirado por dos personajes coetáneos, Grace O'Malley y William Shakespeare, y se ambienta en una isla del Caribe en el siglo XVI, donde se esconde un tesoro que podría cambiar la vida de los dos opuestos que protagonizan esta iconoclasta aventura.
Así, la programación familiar es la protagonista esta semana en Sala Russafa y con esta producción la sala participa en las actividades por el Día Internacional del Turismo organizadas por la Fundación Visit Valencia, con un descuento especial para la función del 27 de septiembre.
Supone el arranque de la programación para niños y niñas del teatro, así como las concertadas para centros educativos, con una pieza que tiene por propósito romper con las ideas preestablecidas.
En el siglo XVI estaba prohibido llevar mujeres a bordo por las supersticiones de los marineros. Pero Grace O'Malley no solo heredó una flotilla de su padre, comerciante, y se convirtió en una de las primeras reinas de los mares. También lideró la resistencia irlandesa frente al Reino Unido, consiguiendo el reconocimiento de la mismísima reina de Inglaterra, que no pudo más que admirar el valor de su oponente. Este fascinante personaje real, una de esas mujeres sepultadas por la Historia, inspiró a Marta Salinas a la hora de idear La Reina Pirata.
Otro personaje real que estuvo en el germen de esta historia llegó de la mano de David Campillos, productor de la compañía valenciana. En una sobremesa, ambos estuvieron fantaseando sobre qué pudo haber ocurrido con Shakespeare durante unos años en los que su biografía no es precisa, hablando de cómo el autor era coetáneo de Malley y lo que debía de gustarle el mar a él también, puesto que aparece en varias de sus obras como parte importante de la trama. Pero lo que disparó el proyecto fue una de esas frases que solo tienen sentido en el mundo teatro: "puedo conseguir un barco pirata, sé de uno que está en un almacén".
La autora e intérprete había trabajado hacía años en un espectáculo de calle donde intervenía la recreación de un antiguo galeón de seis metros de longitud. Desaparecida la compañía, sabía que podía rescatar del naufragio a este elemento escénico y darle una segunda vida. Solo quedaba unir los tres elementos --O'Malley, Shakespeare y el barco-- para agitar la imaginación y obtener una divertida comedia corsaria para todos los públicos.
José Zamit dirige e interpreta este proyecto al que se sumó de cabeza, animado por la complicidad con Salinas, con quien ya había compartido escenario. Pero también había otros motivos, como su devoción por el autor inglés al que homenajea el texto o la fascinación que siendo niño le producían las aventuras de Barbanegra y el Capitán Garfio.
Pero, sobre todo, le atraía el carácter iconoclasta de la propuesta. "La obra une dos mundos que podrían parecer antagónicos, el amor por la literatura y las correrías de los piratas. Y también obliga a convivir a dos personajes que parecen imposibles de casar", ha comentado el director.
GUIÑOS Y MENSAJES PARA TODOS LOS PÚBLICOS
Salinas y Zamit han señalado que, mientras el público se lo está pasando en grande, "se va a ir dando cuenta de que nada es blanco o negro. Los estereotipos suelen esconder muchas otras capas debajo", explica el equipo artístico de una pieza que incluye guiños para los adultos que suelen acompañar a sus familiares más pequeños al teatro y elementos de anclaje para que los espectadores de menor edad también puedan seguir la trama sin problemas.
Esta nueva producción es la número 45 en la trayectoria de Arden Producciones, compañía fundadora y gestora del centro de creación, formación y exhibición de artes escénicas Sala Russafa, donde se realizó su estreno absoluto la temporada pasada, agotando las localidades en cada función.
Siguiendo la línea creativa característica de Arden, La Reina Pirata mira al pasado, al siglo XVI en concreto, para entender mejor el presente. Y, en opinión de su autora, lanza un mensaje importante a los espectadores: "Dedicarte a lo que verdaderamente te hace feliz, dirigir tus esfuerzos a lo que te apasiona y perseguirlo".