Valencia.- El Ayuntamiento señala que los videojuegos ayudan a desarrollar habilidades pero pueden generar adicción

Actualizado: sábado, 15 marzo 2008 15:07

VALENCIA, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -

La concejala de Sanidad y Consumo del Ayuntamiento de Valencia, Lourdes Bernal, señaló hoy que los videojuegos, que ocupan el número uno en las preferencias del público infantil y juvenil en cuanto a juegos, ayudan a desarrollar habilidades como la atención y la creatividad, pero advierte de que también pueden generar adicción, y de que "algunos de sus contenidos son polémicos".

Bernal, en un comunicado, destacó que "es necesario informar a los padres para que sean capaces de detectar lo más pronto posible los trastornos de conducta que pueden llegar a provocar en sus hijos", como es el que antepongan el videojuego y la evasión de la pantalla, a otros aspectos de la vida ordinaria, como el deporte, la lectura o el contacto con los amigos.

La Delegación de Sanidad y Consumo ha enumerado una serie de síntomas iniciales que pueden permitir a los padres y educador detectar que se puede estar generando una adicción. Entre ellos se encuentran que el niño esté absorto al jugar sin atender cuando le llaman, no aparte la vista de la televisión o pantalla, pierda interés por otras actividades que antes practicaba, comience a tener crisis de ansiedad y trastornos del sueño y se aísle socialmente.

Asimismo, se suele producir un mayor distanciamiento de la familia y de los amigos y comienza a desatender los estudios, con falta de respeto a los horarios estipulados previamente para cumplir con sus obligaciones escolares.

Bernal advirtió de que, una vez establecida la adicción a los videojuegos, ésta "puede generar distintos problemas de salud como estrés, irritabilidad, depresión y fatiga ocular". Además, añadió que "debido al sedentarismo y a las malas posturas al sentarse, puede originar problemas de columna vertebral y obesidad".

Al respecto, indicó que, para evitar los problemas del sedentarismo, los fabricantes han puesto en el mercado mecanismos para obligar al jugador a ejercitar movimientos. No obstante, agregó que "a pesar de este esfuerzo de los fabricantes, los investigadores de la Universidad de Michigan de EEUU han analizado alguno de los juegos dirigidos a niños y han comprobado que el máximo gasto físico desarrollado en su ejecución está entre 60 y 70 calorías por hora, cuando las recomendaciones mínimas están entre 210 y 420 calorías por hora".

"Los efectos perjudiciales sobre la salud pueden ser más o menos importantes dependiendo del contenido de los videojuegos", manifestó Bernal, ya que puntualizó que no todos los videojuegos que hay en el mercado están pensados para un público infantil, y hay algunos que incluyen escenas que "influyen inadecuadamente en el proceso de maduración psicológico del niño ya que es un ser en desarrollo".

A esas edades, "es más conveniente otro tipo de actividades como la lectura, el ejercicio físico que no sean tan absorbentes para la psicología del niño", resaltó.

Por otro lado, remarcó que los videojuegos "también tienen aspectos positivos, y precisó que, según los expertos, el uso tutelado de los videojuegos, ya sea por la familia o por el centro educativo, "puede ayudar a fomentar las relaciones sociales, porque suponen intercambio y a veces juego entre varios jugadores; mantienen o propician el contacto entre amigos como en cualquier otra afición; aumentan la tolerancia frente al fracaso cuando se pierde entre otros" y, en esta línea, pueden adquirir "una funcionalidad didáctica".

Del mismo modo, Lourdes Bernal recalcó que, "aunque los videojuegos en sí mismos no suponen una amenaza, es importante que los padres estén atentos al uso que de ellos hacen sus hijos", por lo que les insta a "controlar su contenido antes de comprarlos, solicitar una demostración práctica si es posible y comprobar sus instrucciones y su etiquetado, para disminuir la probabilidad de que estos generen una adicción".

La concejala también se refirió al etiquetado de los videojuegos que debe contener el código Pegui, que establece una clasificación por edades para videojuegos y juegos de ordenador, proporcionando información sobre si el contenido es apropiado a la edad. Se basa en una serie de símbolos que muestran de forma gráfica los posibles contenidos inapropiados y la edad óptima del jugador.