Vox dice no a la ZBE de València y deja solo al PP en su defensa: No prospera la ordenanza que arrancaba en diciembre

   VALÈNCIA, 28 (EUROPA PRESS) 

   El grupo de Vox en el Ayuntamiento de València, integrante junto al PP del equipo de gobierno que preside la alcaldesa María José Catalá (PP), ha rechazado este martes la Ordenanza reguladora de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de la ciudad durante el pleno en el que se sometía a votación para ser ratificada. Esta circunstancia ha dejado solo al PP en la defensa de esa normativa municipal, que entraba en vigor el próximo 1 de diciembre y que no ha prosperado.

   Los 'populares' han sido los únicos componentes de la corporación local que han votado a favor de esa ordenanza tras debatirla en el pleno ordinario de octubre celebrado esta jornada en el consistorio. Además de Vox han rechazado ese punto los dos partidos de la oposición: Compromís y PSPV-PSOE.

   La normativa municipal para regular la ZBE ha llegado a esta sesión plenaria por despacho extraordinario, fuera del orden del día planteado inicialmente, y tras haber sido aprobada el pasado 21 de octubre en la Comisión de Patrimonio del consistorio con el sí de todo el equipo de gobierno. Esa unidad se ha roto en el pleno de este martes al desmarcarse Vox.

   Esta ordenanza iba a afectar, desde la entrada en vigor prevista hasta el 31 de diciembre de 2026 únicamente a los vehículos matriculados fuera de la provincia de Valencia con etiqueta A (sin etiqueta): los de gasolina matriculados antes de 2001 y los diésel matriculados antes de 2006. La restricción a la circulación del tráfico que planteaba no afectaba a los conductores de la ciudad de València hasta enero de 2028.

   Vox ha justificado su voto en contra en el pleno aludiendo a "la libertad de movimiento" de los ciudadanos y a su "derecho a desplazarse en el medio de transporte que deseen", como ha señalado su portavoz y segundo teniente de alcalde, José Gosálbez, que ha asegurado que la ZBE es "una imposición derivada de las políticas climáticas impulsadas desde Bruselas y el Gobierno de Pedro Sánchez".

   "Las Zonas de Bajas Emisiones no son una casualidad, son consecuencia directa de las políticas que ha promovido Bruselas y el Congreso de los Diputados, siempre con el voto en contra de Vox", ha apuntado, a la vez que ha planteado que se trata de "imposiciones que son consecuencia directa de las políticas del fanatismo climático".

    "Durante muchos meses hemos tratado de adaptar, allí donde gobernamos junto al PP, las normas al mínimo posible, pero nos hemos dado cuenta de que eso no es suficiente. Parecía que con el mínimo legal iba a ser suficiente, pero no. Vox está pegado a las familias, a los trabajadores y no podemos permitir este nuevo atraco", ha añadido Gosálbez.

    El edil de Movilidad, Jesús Carbonell (PP), que ha defendido la ordenanza porque "cumple la ley, atiende circunstancias económicas y sociales y contempla una aplicación escalonada", ha rechazado las críticas de la oposición, que le ha acusado de perder los 115 millones de euros de subvenciones europeas para poner en marcha la ZBE si esta no prospera.

    Carbonell ha dicho que la responsabilidad era la de quienes han de votar la propuesta que ha presentado en el pleno --ha apuntado que con "la abstención valdría" para sacarla adelante-- y ha indicado a Vox que en este ayuntamiento "ha votado hasta cinco veces a favor" de la ZBE, además de resaltar que este partido voto sí en comisión.

   Los dos grupos de la oposición han criticado siempre la Zona de Bajas Emisiones planteada por el equipo de Catalá, por ser "de mínimos" y entender que no busca reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire sino "solo cumplir el trámite" para su puesta en marcha.

"SUELO URBANO Y URBANIZABLE"

   Antes de finalizar el debate, y ya sabiendo que Vox iba a rechazar su iniciativa, Carbonell se ha mostrado dispuesto a aceptar la propuesta de Compromís y PSPV para ampliar el perímetro de la ZBE, de modo que se ampliaría a más espacio que el entorno inicialmente previsto por la Concejalía de Movilidad y pasaría, como ha apuntado su titular, a abarcar a "la ciudad de València en el suelo urbano y urbanizable".

   En ese momento del pleno, se ha planteado la posibilidad de realizar un receso de dos minutos para abordar esa idea, pero no se ha hecho y se ha pasado la votación con la que la ordenanza no ha prosperado.

   El despacho extraordinario incluido en el orden del día de esta sesión plenaria proponía aprobar la modificación puntual del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de València para incluir la Zona de Bajas Emisiones y aprobar definitivamente la ordenanza reguladora de la ZBE. Ambos puntos han decaído al ser apoyados únicamente por el PP (13 votos) y recibir el no de Vox, Compromís y PSPV (19 votos).

   Antes de comenzar el debate ha intervenido en el pleno el presidente de la Asociación de Vecinos de La Roqueta, Miguel Sánchez, que ha lamentado que "casi la totalidad" de las alegaciones presentadas por entidades vecinales y ecologistas a la ZBE han sido "rechazadas" y ha destacado que pedían "más ambición y más protección de la salud", al tiempo que ha dicho a Carbonell que se ha trabajado con "muy poca visión".

    "Ninguna advertencia le ha servido para replantearse el rumbo", ha indicado el vecino al concejal, además de exponer que lo que se ha llevado al pleno "no es una política de salud pública" sino "un trámite administrativo para no perder una subvención".

 "DESDE EL MINUTO UNO"    

   La edil del PSPV María Pérez ha censurado que la ZBE en València se ha construido "desde el minuto uno" sobre "la premisa de que afectara al menor número de personas" y "fuera lo más laxa posible", sin solucionar el "problema más importante de salud pública: la contaminación" y sin recoger aportaciones de oposición y vecinos. Ha reprochado a Carbonell que sus socios de Vox prefieran "que la ciudad pierda más de 100 millones de euros" más que apoyarle y ha reclama una ZBE que "de verdad tenga impacto en la ciudad".

    Desde Compromís, Giuseppe Grezzi ha lamentado el "espectáculo verdaderamente vergonzoso" que se ha producido por querer Catalá "gobernar con negacionistas" y ha lamentado el "paripé" hecho con la celebración de la Capital Verde Europea y que no se haya aceptado el trabajo de la oposición respecto a la ZBE. Asimismo, ha señalado que no se puede aceptar la propuesta defendida hasta ahora por Carbonell. "Si se quieren sentar --a negociar--, nos sentamos, pongan el contador a cero y comiencen a trabajar por el futuro de la ciudad", ha agregado.

    Tras acabar el debate y en el turno de ruegos y preguntas, el portavoz del PSPV, Borja Sanjuan, ha preguntado a Carbonell si al no ser "capaz de aprobar una ZBE" y ante el hecho de que "pierda este ayuntamiento 115 millones de euros" se plantea "presentar su carta de dimisión". El edil de Movilidad ha respondido que no.