MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
David Trueba debutó en la dirección con 'La buena vida' (1996) y ahora, 12 años después, rescata a los protagonistas de aquella historia sobre el amor y la soledad en la adolescencia en 'Casi 40', que se estrena este viernes en los cines españoles.
"Me gusta desafiar a la industria del cine, nunca he sido una persona muy dócil", ha manifestado el actor durante una entrevista concedida a Europa Press para hablar de esta película, que se presentó en la pasada edición del Festival de Málaga, donde se hizo con el Premio Especial del Jurado.
'Casi 40' relata el reencuentro de dos amigos de juventud. Ella es una cantante de éxito, ya retirada de la escena, y él es un vendedor de productos cosméticos que pretende relanzar la carrera musical de quien fue su amor de adolescencia.
Trueba cree que un director debe ponerse al servicio de los personajes y son ellos quienes han de "dictar su mirada, sus gustos y un cierto tono" que en este caso cae en la "melancolía". Por un lado, el personaje al que da vida Lucía Jiménez ha renunciado al oficio de la música, lo que para el personaje de Fernando Ramallo es inaceptable. Ella, por su parte, piensa que es inaceptable idealizar el pasado.
"Al convocar a los personajes no eres tan consciente de adónde te van a llevar. Me di cuenta de que cuando juntas a dos personas que se conocieron 20 años atrás es inevitable que evoquen para el otro las ilusiones de la juventud y le obliguen a ponerse frente a un espejo de lo que eras y lo que querías ser", ha dicho el director.
El motivo de recuperar a Fernando Ramallo y Lucía Jiménez responde no solo a querer dar continuidad a su historia, sino a la "fragilidad" y la "injusticia" que hay detrás de las modas. "Ellos habían trabajado en mi primera película y tengo con ellos una deuda perpetua", ha destacado Trueba, quien señala que en algunos casos uno no es consciente de la "crueldad" con la que se desarrolla el cine.
En este sentido, ha reconocido que le gusta "desafiar a la industria" y que "nunca" ha sido "una persona muy dócil". "A veces para causarme más problemas de los que debería pero también para obtener una cierta satisfacción de las cosas que haces", ha señalado Trueba, quien se sintió ofendido cuando supo que los protagonistas de 'Casi 40' llevaban más de diez años sin rodar.
El director de 'Soldados de Salamina' y 'Vivir es fácil con los ojos cerrados' se ve a sí mismo en un punto intermedio en la industria del cine, en la que resulta muy caro sacar adelante un proyecto como para "ceder a un capricho personal", pero que al mismo tiempo surge del creador y de su necesidad por comunicar.
"El cine es un circo donde no todo tiene que ser un elefante subido en un taburete, también puede haber un payaso jugando con una pulga invisible", ha dicho el cineasta, quien cree que "si no existen todas esas variables, algo falla".
Según ha indicado, actualmente percibe la "desaparición de la clase media" en el cine, al igual que ocurre en la música o en el periodismo. "Está lo triunfal y la nada, mientras que antes convivía lo triunfal con la clase media, la carretera más amplia y la que permite más igualdad", ha dicho.
Preguntado por la actualidad política de España, el cineasta, escritor y periodista cree que el Gobierno entrante "participa cierto oportunismo", pero al mismo tiempo opina que "viene bien" al país. "Vamos a intentar que sean esclavos de sus palabras, de sus buenas intenciones", ha dicho.
Trueba ha señalado que, a pesar de algunos rumores, no ha recibido la propuesta para ser ministro de Cultura y Deporte ni entiende por qué aparecía en algunas "quinielas", y cree que quienes estén preparados han de dar un paso adelante y tener una "formación particular".
"En algunos momentos me ha parecido un atrevimiento por parte de algunas personas aceptar un cargo sin preguntarse lo que pueden hacer", ha señalado Trueba, a lo que suma el hecho de tener aspectos que van a formar parte de una "polémica" que van a dar "armas al contrario".
