MADRID, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
El escritor Sergio del Molino, ganador del Premio Alfaguara de Novela con 'Los alemanes', indaga en este libro sobre el pasado de personas afincadas en España con vínculos con la Alemania nazi, una historia sobre la imposibilidad de escapar del pasado y la necesidad de construir "patrias imaginarias" de aquellos que salen de sus países de origen.
"Pero es que en realidad todas las patrias son imaginarias. ¿En qué se distingue alguien que se ha montado su propia patria en la cabeza de un patriota que lo justifica con un país que está reconocido oficialmente y que existe? Realmente los dos son ficciones, todos los países son ficciones y España también", ha señalado el escritor en un encuentro con periodistas.
No obstante, el autor de 'La hora violeta' reconoce que se trata de unas "ficciones útiles", como ocurre en el caso de España donde el "afianzamiento" de las comunidades ha permitido "un éxito histórico" con más de 40 años de democracia. "Es mejor vivir unidos que separados", ha apuntado quien rechaza el sentimiento de patriotismo.
En este sentido, el escritor ha asegurado que lo único que ve relevante del patriotismo es "el poder" que supone en términos democráticos. "Pero ojo, que el patriotismo, si lo tienes que usar en pequeñas dosis, es como la quimioterapia. Tienes que mirar bien la dosis porque si te pasas un poco enseguida se puede volver en tu contra", ha añadido.
Del Molino se ha mostrado preocupado por el futuro de la actual España, que podría estar "yendóse al carajo" debido al "desapego" de los ciudadanos con "todo lo que tenga que ver con la idea de país". Para el escritor, o cambian las cosas y "se produce una oleada de afección", o los próximos años serán difíciles en el ámbito territorial.
En cualquier caso, Del Molino apunta a que, igual que le ocurren a sus personajes en la novela, España es un país donde el pasado está siempre presente en el debate público, aunque sea para "arrojarlo los unos a la cara de otros". "Es la maldición de España, que siempre estamos a tortas con la guerra civil y con las mismas historias", ha lamentado.
Zaragoza es el centro de 'Los alemanes' y Del Molino explica que el origen de la novela fue el descubrimiento de que hubo una sede para el partido nazi en esta ciudad. No fue la única, puesto que España fue durante muchos años "un lugar propicio" para albergar a alemanes que escapaban de su pasado.
"Estaban en el punto de mira de los servicios secretos de Israel e intentaron prenderlos al igual que hicieron en Argentina y en Brasil varias veces. Pero solo tuvieron éxito con Eichmann", ha recordado. Entre los personajes de la novela, también se encuentra el empresario israelí Ziv, envuelto en algunas tramas de corrupción.
Del Molino ha afirmado que para hablar de esos 'ajustes de cuentas' con el pasado, no es casualidad que ciudadanos alemanes e israelíes aparezcan por su novela. "Ellos mismos se han convertido en metáfora y en horizonte moral acerca del mal: el Holocausto es hoy por hoy la encarnación de ese mal", ha remarcado.
"Auschwitz siempre está en el horizonte y, de hecho, hay gente que reprocha a Israel exagerar y recurrir demasiado al nazismo para denigrar al oponente ideológico. Es injusto echarles a los judíos el Holocausto encima para reprocharles actitudes morales y decisiones políticas del Estado de Israel, ni siquiera de la sociedad israelí", ha concluido.
