SAN LORENZO DE EL ESCORIAL (MADRID), 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
El escritor Andrés Trapiello ha expresado este lunes su disconformidad con el ingenio de las redes sociales, ya que "todo el mundo quiere decir una enormidad pero no están pensando lo que están diciendo, si no lo que les van a contestar".
"Lo de Twitter es bonito, porque es un trino, pero un trino solo no significa nada, la melodía la forman muchos trinos", ha añadido durante su intervención en 'Lo breve interminable: el poma, el cuento, el aforismo, el artículo y la canción' de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense en El Escorial.
Asimismo, ha dicho que se siente "mucho más leído y discutido" cuando publica en papel que cuando publica en internet", por eso dejó de escribir en su blog, porque sentía que había "mucha esterilidad".
"Cuando publico en físico me lleva a imaginarme a un lector físico, el otro me lleva a una indeterminación que me incomoda bastante", ha reconocido, y por tanto pese a que se haya podido obsoleto", se ha mostrado "encantado" al respecto. "Con los pocos lectores reales que tengo me conformo", ha añadido.
Trapiello ha dado en su intervención un repaso a su obra, a los aforismos propios y ajenos y para dar un breve repaso al ingenio de algunos escritores.
Autor de la adaptación al castellano moderno de 'El Quijote', el escritor ha explicado que ha sido "muy largo escribiendo" y también ha sido "muy corto" porque entre sus libros, entre los que "hay miles de páginas", hay de todo, desde relatos a disertaciones de cuestiones políticas.
"Los aforismos en el discurso general del libro lo que hacen es modular el libro, son como pausas, lo que en música llamaríamos silencios", ha añadido. Un silencio que para Trapiello es fundamental para escribir, no solo aforismos sino también poemas, "el nido adecuado para los aforismos es el silencio".
"EL DECIR Y EL ESCRIBIR NO ES LO MISMO"
Trapiello ha insistido en la importancia de los aforismos porque es el género literario "que más cercano está del habla", pero ha recalcado que "el decir y el escribir no es lo mismo". Para éste, los aforismos son "un relámpago", es decir, durante un segundo tienes la sensación de que has captado todo lo que hay, pero lo que queda grabado en tu cerebro es engañoso porque si lo intentaras reconstruir no sabrías cómo".
"La persona que lee aforismo ni es más feliz, ni es más sabio", pero sí que "el buen aforismo te transporta a un sitio que nunca vas a abandonar".
Por ejemplo, ha recordado una greguería de Juan Ramón Jiménez en la que decía "a todo se llega, he aprendido a ser sucio y me parece bien", con la que dejando a un lado la trayectoria personal del escritor andaluz, que se encontraba en un momento en el que ya no quería ni "ponerse en manos del barbero", sirve a todo el mundo porque "lo que se nos esta contando en ese aforismo es que hay que ser más naturales".
