MADRID, 16 Ago. (EDIZIONES) -
Elvis Presley empezó el verano de 1977 en altísimo rendimiento, encadenando conciertos sin noche de descanso. Así, desde el 17 de junio hasta el 26 actuó en Springfield, Kansas City, Omaha, Lincoln, Rapid City, Sioux Falls, Des Moines, Madison, Cincinnati e Indianapolis.
En los meses previos, también había pasado la mayor parte de su tiempo en la carretera y en los escenarios. Sin descanso, engatusando a sus fans con sus canciones y obviando las constantes críticas acerca de su sobrepeso.
Haciendo callar a quienes afirmaban que estaba acabado, que su momento había pasado. A quienes ya le veían como un dinosaurio de otra época, una copia de sí mismo, un chiste sin demasiada gracia que poco o nada podía hacer fuera de su retiro dorado en Las Vegas.
Elvis lo pasaba bien en aquella gira interminable de 1977. Disfrutaba cantando, paladeaba cada momento de gloria y bromeaba incesantemente con el público. Regalando sonrisas y carcajadas. Nada hacía presagiar su inminente adiós, el 16 de agosto de 1977, hace ahora cuarenta años.
Sin embargo, lo que se veía en el escenario era algo diferente a la trastienda, donde los excesos con el alcohol y las drogas terminaron deteriorando su salud hasta llegar al fatídico ataque el corazón que acabó con su vida en su casa de Graceland, en Memphis. Con tan solo 42 años.
Un triste final que hay que conmemorar con solemnidad, y que nosotros aprovechamos para gritar aquello de 'Elvis is alive!', alineándonos con todos los que piensan que fingió su deceso y que vive retirado disfrutando como un tipo anónimo. Porque Elvis vive en su música, eso por lo menos.
Para mantenerle vivo, recuperamos el vídeo de su última actuación, que tuvo lugar el 26 de junio de 1977 en el Market Square Arena de Indianapolis. No tiene una gran calidad porque es de mucho antes de la era de los smartphones, pero también por eso su valor es aún mayor.
Porque se ve un poco mal, porque el audio no es perfecto. Porque es un documento de la arqueología musical más valiosa. Y porque así podemos ver y escuchar al Rey del Rock interpretando Can't help falling in love, la última canción de aquella noche, la última que cantó en vida para sus fans.
Antes, sonaron See see rider, I've got a woman, Amen, Love me, Fairytale, You gave me a mountain, Jailhouse rock, It's now or never, Little sister, Let me be your teddy bear, Don't be cruel... un repertorio con grandes clásicos y también con algunas rarezas.
Y también hubo versiones, muchas, como Release me (de Eddie Miller), I can't stop loving you (de Don Gibson), Bridge over troubled water (de Simon & Garfunkel), Early morning rain (de Gordon Lightfoot), What'd I say (de Ray Charles), Johnny B. Goode (de Chuck Berry) o Hound Dog (de Big Mama Thornton).
Coincidiendo con el 40 aniversario de su muerte, recuperamos vídeos de la última actuación de Elvis ante sus fans. Y como no tienen gran calidad, recuperamos también otra de siete días antes, del 19 de junio de 1977 en Omaha, para tener otro documento mejor grabado y saber cómo fueron aquellos conciertos antes del inesperado adiós.
