MADRID, 17 DE SEPTIEMBRE (EDIZIONES)
Es posible que todo empezara el 24 de febrero de 1525. Es la fecha de la batalla de Pavía, que enfrentó a españoles y franceses por la anexión a sus respectivos reinos del Milanesado. El rey Carlos I de España acabó haciéndose con la victoria sobre las tropas del rey francés Francisco I. Desde ese momento, la rivalidad con nuestros vecinos ha sido constante: San Quintín, Rocroi, el dos de mayo, Bailén...
En los últimos tiempos, la rivalidad vuelve a ser grande. Dejamos atrás la historia, guerras y batallas, por supuesto. Ahora, Francia es uno de nuestros grandes aliados. Pero la rivalidad continúa. Eso sí, como rivalidad deportiva. Muy especialmente enfocada en el baloncesto. En los últimos años, ambos países han tenido una buena “camada” de jugadores de baloncesto. Baloncestistas de mucha calidad en una misma generación y que aspiran a ganarlo todo, tanto la una como la otra. Siendo así, el choque de trenes está servido.
Todo comenzó en el Eurobasket de 2009. La batalla tuvo lugar en Polonia, en los cuartos de final del campeonato. La selección española sacó toda la artillería y venció a Francia por un contundente marcador de 86-66, 20 puntos de diferencia. Una superioridad aplastante en un excelente partido de la ÑBA:
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Dos años después, Francia tuvo la oportunidad de desquitarse. Ambas selecciones llegaron a la final del Eurobasket de 2011. Lo cierto es que se tenían ganas. Pero el Tercio Viejo de “La Quinta de Pau” logró imponerse de nuevo al seleccionado francés. Una victoria (96-69) que valió el campeonato. El juego de España se imponía en Europa.
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Nos vimos las caras de nuevo un año después. Esta vez, la batalla tuvo lugar en tierras británicas, en Londres. Allí se disputaron los cuartos de final de baloncesto de los Juegos Olímpicos. Y el combinado español volvió a mostrar su superioridad y se hizo con la victoria una vez más por 66-59 . Para la historia, además de la victoria, ha quedado una acción, antideportiva, de Batum, jugador francés. Este, llevado por la impotencia y la rabia de saberse vencido, agredió al capitán español, Juan Carlos Navarro. Una fea, fea acción:
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España acabó haciéndose con la plata en esos JJOO. El juego del equipo español había llegado a su cénit. Pero los franceses jamás se rindieron. Y un año después, en 2013, tuvieron la oportunidad de dar la vuelta a la tortilla. Y así lo hicieron. Fue en el Eurobasket de Eslovenia, en semifinales del campeonato. El encuentro estuvo muy igualado hasta el último segundo. Al final, los galos obtuvieron su deseada revancha venciendo por 75-72.
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El mundial se celebró en 2014. Y en vista de lo visto en los últimos años, ambas selecciones estaban predestinadas a volver a enfrentarse. Y así fue. España peleaba en casa, un factor a su favor. Pero los franceses, imbuidos del espíritu de Napoleón, vencieron a los españoles, haciéndoles claudicar en cuartos de final por 65-52. Derrota clara y muy amarga de la ÑBA.
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Ahora, en el Eurobasket de 2015, la historia se repite, una vez más. España se juega su pase a la final en territorio francés. Durante la fase final, el aficionado francés ha estado combativo desde la grada, oliéndose este posible desenlace. Pero no nos amedrentan. Porque hay ganas de revancha.
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