BARCELONA, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
Juan Carlos Navarro consiguió su quinto título de Liga ACB, todos con el FC Barcelona, y lo hace por fin como 'MVP' y gran líder del equipo después de pasar varios años como escudero de lujo de jugadores del nivel de Jasikevicius o Bodiroga, que le impidieron encabezar el grupo hasta su vuelta de Memphis el pasado verano.
Y es que si un jugador de la plantilla azulgrana tenía ganas de conseguir este título era Navarro. Pese a ser uno de los principales jugadores del equipo, el escolta siempre estuvo un escalón por detrás de las grandes estrellas del Barcelona en la consecución de títulos importantes.
La primera Liga la ganó la temporada 1998/99, cuando estaba a caballo entre el Barça B y el primer equipo. No dio el salto definitivo hasta el año siguiente, con su descubridor y actual entrenador de Unicaja, Aíto García Reneses. En 2001 el escolta consiguió su segunda ACB, pero entonces, un joven Pau Gasol destacaba por encima del resto poco antes de dar el salto a la NBA.
Los otros dos títulos los consiguió con Pesic en el banquillo, en dos temporadas consecutivas -2002/03 y 2003/04-. Pero esos años, en los que el Barça ganó su primera Euroliga, el gran líder del equipo era Dejan Bodiroga y, si él no aparecía, estaba el lituano Sarunas Jasikevicius. Aunque Navarro fue una pieza importante para la consecución de estos títulos, nunca fue el primero en la jerarquía azulgrana.
Esto cambió este año. El escolta volvió a Barcelona después de una buena temporada a nivel personal en la NBA, con los Memphis Grizzlies, pero desastrosa a nivel colectivo. Su paso por la liga americana no cumplió las expectativas del español y decidió aceptar la suculenta oferta del Barcelona que lo convertía en líder indiscutible del equipo.
Sólo una temporada ha tenido que esperar Navarro para conseguir el primer título de importancia como gran estrella del Barça. A este éxito hay que sumarle la participación en la 'Final Four' de la Euroliga, en Berlín, donde acabaron como el tercer mejor equipo de Europa.
Si Navarro fue un escudero de lujo, ahora es él quien tiene 'ayudantes'. Jóvenes como Ilyasova o Vázquez, o veteranos como Andersen o Basile, acompañados de gente de la casa como Grimau o Sada, confeccionan un equipo que, bajo la batuta del escolta de Sant Feliu de Llobregat, ha conseguido poner fin a una sequía de cinco años sin conseguir la Liga.
