El dirigente advirtió el pasado fin de semana a las Federaciones Europeas el "claro y presente peligro" que representa ASO
MADRID, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Unión Ciclista Internacional, Pat McQuaid, cree que el ciclismo se enfrenta a un "claro y presente peligro" en la actualidad, personificado en Amaury Sport Organisation (ASO), con la que mantiene un duro enfrentamiento.
Además, el mandatario, presente el pasado fin de semana en la Asamblea de la Unión Europea Ciclista (UEC), fue muy duro con los organizadores de las mejores pruebas de Francia y resaltó que habían "secuestrado" el Tour de Francia y que sus métodos para "obtener poder" tenían "similitudes llamativas" con las de un golpe de Estado.
McQuaid se mostró así de contundente ante las Federaciones Europeas, entre ellas la francesa, a las que advirtió de los turbulentos tiempos por los que pasa su deporte.
Así, el dirigente recalcó que "nunca antes en la historia de la UCI" el ciclismo había sido "amenazado" como en el momento actual. "Nuestro deporte se enfrenta a un clara y presente peligro, y aún, permanecemos divididos", aseveró el irlandés, que fue claro al apuntar que era el momento de decir "basta".
Además, McQuaid, en su discurso facilitado hoy por la UCI, no dudó en citar a ASO como la que, en su opinión, justifica sus acciones "con cortinas de humos y falsas pretensiones", y que es la única que se niega a buscar soluciones "junto a los demás miembros del ciclismo".
Y es que el presidente de la UCI aprovechó su intervención para cargar duramente contra los organizadores del Tour, avisándoles de que con su decisión sobre la París-Niza habían "cruzado la línea de lo legal, lo propio y lo justo" y se atrevió incluso a encontrar similitudes entre sus métodos y los de una conspiración política para un golpe de Estado.
Así, el británico recordó que ASO tenía un gran poder mediático, revocaban las leyes y estaban tomando el pleno control de las grandes sumas de dinero que se mueven tras el negocio del ciclismo y que, para el mandatario, era su "objetivo final".
Por ello, McQuaid recalcó a los presentes en el Congreso de la UEC que plegarse a los deseos de ASO podría significar el fin del ciclismo de élite y se dirigió personalmente al presidente de la Federación Francesa de Ciclismo, Jean Pittalier, al que criticó su actitud en el caso de la París-Niza y al que pidió "desde lo más profundo" de su corazón que diese marcha atrás.
Además, el dirigente irlandés subrayó que las carreras calificadas como "monumentos" del ciclismo francés, como el Tour de Francia, habían sido "secuestrados" y que habían perdido su gloria de antaño porque prevalecían "las leyes del mercado por encima de los valores del deporte".
Finalmente, Pat McQuaid, que reconoció no ser "popular en muchos círculos" y que se siente "reforzado" en su determinación tras los últimos acontecimientos, demandó a las Federaciones Europeas que le ayudasen en "preservar, proteger y reforzar" las reglas del ciclismo.