BARCELONA, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
El entrenador del Bayer Leverkusen, Roger Schmidt, ha asegurado que vista la "batalla" que han ofrecido el FC Barcelona y su equipo cree que hubieran "merecido ganar", pero que los dos goles tardíos de Sergi Roberto y Luis Suárez les han condenado a ceder el liderato del grupo a favor de los blaugranas aunque opinó que hubiera sido "justo" ganar.
"Hemos jugado de manera que hubiéramos merecido ganar. Hemos luchado mucho, aunque Messi no haya jugado el Barça es uno de los mejores equipos del mundo, ha habido una batalla apasionada y hubiera sido justo que ganáramos. Pero el Barça, si tiene capacidad de marcar dos goles tan seguidos, también merece ganar. Es triste pero lo importante es cómo hemos jugado", señaló Schmidt en rueda de prensa.
En este sentido, reiteró estar "triste" por haber perdido en los últimos minutos el partido. "El equipo ha hecho un partido fantástico, hemos intentado ser valientes y tener coraje, y siempre es difícil en el Camp Nou. Hemos estado bien atrás, hemos sido valientes y hemos tenido ocasiones de gol, evidentemente el Barça también y la calidad que tiene no es por casualidad", reconoció.
"Hemos aguantado el 0-1, hemos tenido ocasiones de hacer el 0-2, y sabíamos que un gol era poco para ganar. Han podido hacer este primer gol y antes de que nos pudiéramos recuperar, en otra asistencia fantástica, tuvimos el segundo gol en contra. No nos han dejado hacer más, estamos tristes pero hemos jugado fantástico", recalcó Schmidt.
Además, dejó claro que por no estar Messi no era más fácil ganar. "Messi es el mejor del mundo y si no juega es una ventaja pero el Barça igualmente es maravilloso, fantástico. La clase que tienen delante y atrás, en los goles que han hecho, son de un rendimiento increíble", destacó.
"Podéis estar bien seguros de que 'Chicharito' quería marcar ese gol, pero no es razón para quitar a un jugador, sería grotesco. Trabajó mucho, igual que Bellarabi, hacía falta refrescar el ataque", comentó sobre el por qué de cambiar al mexicano poco después de que desaprovechara una acción clarísima, solo ante el portero, para el 0-2 que hubiera podido cambiar las cosas.
