MADRID, 12 May. (EUROPA PRESS) -
El tenista español Nicolás Almagro se mostró "muy contento" tras dar la sorpresa de la jornada en segunda ronda del Mutua Madrileña Madrid Open al eliminar al sueco Robin Soderling, un resultado que se labró por su "fe" y su confianza en su juego, aunque reconoció que no se trata de una de las más importantes de su carrera.
"He mantenido un nivel altísimo durante todo el partido. Siempre juego agresivo y al límite, es mi forma de jugar, pero hoy he tenido la suerte de que me han entrado dentro algunos golpes que otros días no me salen. Tengo mucha fe en mi tenis y al final me han salido las cosas como las tenía planeadas", dijo.
Asimismo, el murciano, que llegó a Madrid con los cuartos de final en Miami como mejor resultado del año, apuntó que pese a que sí es "importante" este triunfo, no es el más destacado de su carrera. "Es una victoria importante, pero no deja de ser una segunda ronda de un Masters 1000. Espero que pueda alcanzar muchas otras en rondas finales", señaló.
Por otro lado, el número 36 del mundo reconoció que, "sin tiempo para saborear la victoria", ya tiene en mente a su oponente de mañana, el argentino Juan Mónaco. "Mañana me espera otra batalla contra Mónaco. Nos conocemos bien y seguro que será muy duro e intenso", zanjó.
Por último, Almagro reiteró que se siente "muy cómodo" jugando en Madrid, por el apoyo de la gente y por tratarse de un torneo organizado sobre tierra batida. "En casa siempre da gusto jugar. La gente está volcada y siempre es bonito y especial jugar con tanto público. Es un motivo por el que nos jugamos todos los españoles la piel", señaló.
