MADRID, 12 May. (EUROPA PRESS) -
El tenista suizo Roger Federer se verá las caras este domingo por la tarde con el checo Tomas Berdych en un duelo que decidirá el campeón del Mutua Madrid Open 2012, cuarto Masters 1000 de la temporada, y en una final que pone fin a una edición marcada por la ya archiconocida tierra azul y que supone el último paso del suizo en su búsqueda de alcanzar el segundo puesto del ranking mundial ATP, en detrimento del español Rafa Nadal.
Sin Nadal ni Novak Djkovic en el camino, ambos por problemas en la adaptación con la arcilla azul de la pista Manolo Santana de la Caja Mágica, Federer se enfrenta a una final que, de ganarla, le guarda al menos dos buenos premios: el segundo puesto del tenis mundial y el récord de 20 títulos de Masters 1000 conquistados, igualado con el de Manacor.
El de Basilea no lo tendrá fácil. A pesar de que en el camino azul no ha encontrado grandes escollos, Federer deberá superar a un Berdych que se encuentra desplegando un gran y agresivo juego en Madrid. El suizo se impuso a Milos Raonic en un duro debut, se deshizo de Richard Gasquet y David Ferrer, y remató con una gran actuación en semifinales ante Tipsarevic.
Por su parte, Berdych tiene en su mano la posibilidad de conquistar su segundo Masters 1000 (tras París 2005) y el segundo título de 2012, ya que en febrero se adjudicó el torneo de Montpellier. El tenista checo quiere el octavo entorchado de su carrera y así lo ha demostrado esta semana en la Caja Mágica. Sin conceder un set, Berdych se deshizo de Kevin Anderson, Gael Monfils, Fernando Verdasco y Juan Martín del Potro para llegar vivo al domingo.
Sin embargo, el suizo también sabe lo que es triunfar esta temporada ya que levantó trofeo en Dubai y Rotterdam, para después conquistar Indian Wells, su decimonoveno Masters 1000 y el título 73 en una carrera que continúa.
Ambos tenistas han sumado méritos para proclamarse campeón de una edición madrileña que será recordada por la pista en la que se jugó. Una pista azul con, de momento, más críticas que apoyos y un futuro incierto, pero que sin duda otorgará el premio a un merecido campeón, Federer o Berdych.
