EDIZIONES, 19 Jul.
Matthew Garrity salió a dar unas paladas al hermoso lago Hemlock, en el norte del estado de Nueva York el pasado sábado cuando se encontró que a pocos metros de su kayak estaba nadando un enorme oso negro que cruzaba el lago. Sin ningún tipo de miedo comenzó a remar en dirección al úrsido para poder grabar con su teléfono móvil con mayor precisión el acontecimiento.
En un escrito dirigido a Mashable, Garrity afirmó: “Definitivamente, el oso notó mi presencia. En un momento dado, (no capturado por el vídeo porque iba dando paladas a la vez que sujetaba el teléfono móvil) giró la cabeza y me miró por medio segundo, pero nunca dejó de nadar hacia la orilla”.
Garrity señaló que estaba solo en el lago en aquél momento, ya que los dos amigos con los que había ido habían decidido quedarse en la orilla. “Oía esa fuerte respiración por todos lados incluso antes de saber qué es lo que estaba viendo” aseguró.
Lo cierto es que impresiona la valentía de Matthew, ya que lo lógico hubiera sido salir lo más rápido posible del radio de acción del animal. Pero él decidió hacer lo contrario: “Supongo que no huí porque cuando me di cuenta de que era un oso negro supe que esto solo pasa una vez en la vida”. Terminó señalando: “Creo que mi curiosidad y la adrenalida me hicieron dar lo mejor de mí”.
¿Qué harías tú en su misma situación?
