DESCONECTA, 21 ene
Un bebé koala se pone a llorar y a gritar desconsoladamente cuando un koala adulto le echa de forma violenta de un árbol. En todo el proceso de expulsión, la cría busca llamar la atención de una forma muy parecida a la que podría emitir un niño.
Esta desoladora escena fue grabada por Alicia Alexander, una joven defensora de los koalas, a las afueras de la ciudad australiana de Adelaida. En ella se ve cómo el bebé koala se agarra de forma desesperada al eucalipto mientras que el adulto le empuja insistentemente hasta dejarla en el suelo.
La cría emite gritos de dolor al tiempo que es arrojada del árbol. Cuando por fin es abandonada en el suelo, con una postura de impotencia, su llanto y sus gritos buscan llamar la atención de Alexander y de todo el que pasara por ahí. Quejas que recuerdan a las de un bebé humano para expresar el sufrimiento cuando falta el habla.
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Este comportamiento se explica porque los koalas buscan monopolizar su territorio, sobre todo, en periodo de apareamiento. También influye que en la vida del koala se fuerzan a los bebés a abandonar a sus madres a la edad de 18 meses ya que, en el caso de que permanecieran junto a éstas, competirían a la hora de obtener alimentos.
A este problema se le añade que los bebés expulsados tienen que buscar el lugar apropiado para vivir y, por esta razón, están obligados a recorrer grandes distancias.
