EDIZIONES, 4.Jul
Inquilinos asomados a las ventanas, hombres y mujeres entrando y saliendo de coloridas puertas, empinadas escalinatas... Desde hace unos meses, los pequeños pueblos franceses acogen los llamativos grafitis de Patrick Commecy, un artista que recorre las calles plasmando su talento en las fachadas de los edificios.
Al comparar el antes y el después de las paredes, se puede apreciar la enorme diferencia entre una "sosa" y "aburrida" fachada y una llamativa obra de arte.
Commecy lleva años viajando por Francia y dibujando vibrantes escenas donde hay que estar atento al menor de los detalles. ¿El truco? El uso de una técnica extremadamente realista y la inestimable ayuda de un equipo de muralistas hace que el parentesco de los edificios con sus homólogos de la vida real sea absolutamente increíble.
El artista suele recrearse en escenas cotidianas como el rodaje de una película o la actividad diaria en una panadería y hasta incorpora personajes famosos o influyentes en sus grafitis.
¿Serías capaz de distinguir la fachada real de la irreal? Lo que está claro es que, a menos que uno se fije minuciosamente, puede llegar a ser complicado.
Las imágenes que podéis ver a continuación son fiel reflejo de las fascinantes obras de Commecy.
