EDIZIONES, 23 Jun.
Los bebés son fuente una fuente inagotable de alegría. Y de millones y millones de anécdotas capaces de enternecernos, de hacer reír, llorar o morir de felicidad. Muchas veces no sabemos por qué reaccionan de esa manera. No sabemos a veces por qué se ríen, por qué se asustan o por qué nos ponen cara de extrañeza cuando nos miran de cerca...
Milo es un bebé de 17 meses, un año y medio prácticamente. Sus padres observaron que cada vez que le daban de comer siempre se alegraba. Siempre hacía el mismo gesto y el mismo grito. Se le notaba que le gusta comer (una bendición para los padres, por otro lado). Así que decidieron grabarlo y ponerle a prueba.
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Y es que no solo le ocurre cuando le dan su comida, sino que cuando ponen comida delante, sea de quien sea, el niño reacciona igual. Incluso se lo llevaron a varios restaurantes para ver cómo se portaba, y cuando veía platos que ni siquiera eran un pedido para su mesa, Milo volvía a ilusionarse. ¿Será que es un chef en potencia? Igual dentro de unos años le vemos en Master Chef. Quién sabe...
