DESCONECTA, 10 de Abr.
Bode Bierdneau y su padre, del condado de Marin (California), habían ido pasear con las motos de nieve al Lago Tahoe cuando ocurrió el accidente.
La moto de su padre volcó, y Bode se dio cuenta de que su padre se había quedado atrapado bajo la moto y no podía escapar. "Salté de mi moto y traté de cavar lo más rápido que pude pero mis dedos se entumecieron enseguida", contaba el niño a ABC. Viendo que, físicamente, no podía hacer nada por su padre, se encaminó a buscar ayuda durante varios kilómetros y sin rumbo fijo.
"Estaba muy nervioso. Fue muy difícil porque yo no sabía qué camino tomar" cuenta el pequeño. Al final, la búsqueda tuvo sus frutos y consiguió a un grupo de turistas que, enseguida, se pusieron en contacto por radio para pedir ayuda. Con la llegada del equipo de rescate, su padre fue trasladado al hospital en helicóptero y fue operado de emergencia por una pierna rota.
El amor de un hijo hacia un padre dicen que es capaz de mover montañas y hacen que se consigan finales felices como el de ésta familia. La madre de Bode, que al principio se asustó con que su hijo se encaminase sin más por la nieve, terminó reconociendo a su hijo como "un chico con los pies en la tierra y tranquilo. Un héroe".
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