Las tartas hiperrealistas de Ben Cullen hacen que el espectador se cuestione todo lo que ve - FACEBOOK/THEBAKEKING
MADRID, 9 mar. (EDIZIONES)
Ben Cullen, de 29 años, es pastelero en Chester y dirige The BakeKing, un obrador especializado en tartas hiperrealistas que combinan el arte con la ilusión óptica.
Plantarse delante de cualquiera de sus creaciones es un auténtico acto de fe que hace al espectador cuestionarse si todo lo que ven sus ojos es real o un truco de brujería.
Antes de dedicarse al negocio de las tartas, Cullen trabajaba como tatuador y jamás había horneado un pastel. Fue en 2015 cuando le picó el gusanillo de la repostería y pidió una receta a su madre. Un año después lo dejó todo por aventurarse en el mundo de la repostería creativa a tiempo completo.
Sus increíbles creaciones van desde bustos tallados de personajes famosos, a cualquier forma de comida basura, objetos, seres animados, inanimados, y, prácticamente, cualquier cosa que se le pase por la cabeza.
Además de su innegable talento, parte de su éxito radica, sin duda, en su espíritu de superación. En unas declaraciones recogidas a Daily Mail, Cullen confesó que constantemente se está desafiando a sí mismo con nuevos diseños y con cada tarta que hace.
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