MADRID, 5 abr. (EDIZIONES)
Después de un tiempo luchando por distinguir los objetos que tenía delante, esta niña por fin pudo ver cuando recibió sus primeras gafas.
Khiley Boren, madre de 23 años de Chandler (Arizona, EE.UU.), se dio cuenta de que su hija Ridley, de 14 meses, tenía que concentrarse en los objetos cercanos para verlos bien.
A Ridley le diagnosticaron una hipermetropía severa en ambos ojos, lo que significa que cualquier cosa demasiado cercana le era difícil de ver.
El 5 de marzo Ridley, finalmente, recibió su tratamiento: unas adorables gafas a prueba de bebés.
Ahora, con sus nuevas gafas, Ridley puede ver todo lo que tiene delante y ya no hay nada que la detenga.
