Actualizado 20/05/2019 17:34

Un niño explica a sus compañeros de clase en una escuela de California (EEUU) qué significa tener autismo

Pantallazo del vídeo de Lisa Moe en el que aparece Rumari
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MADRID, 20 May. (EDIZIONES) -

Uno de cada 59 niños en Estados Unidos (EEUU) tiene Transtorno del Espectro Autista (TEA), según la última estimación del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Uno de ellos es Rumari, un niño que cursa quinto de primaria en una escuela de Chino Valley (un distrito situado a casi 60 kilómetros de Los Ángeles, en California).

En el marco del mes de concienciación sobre el autismo, Rumari quiso explicarles a todos sus compañeros de clase en qué consistía el TEA. Su acción (y las reacciones tan positivas del resto de estudiantes) no han tardado en hacerse virales a través de una serie de vídeos que subió su profesora --Lisa Moe-- con permiso de los padres de Rumari a su perfil de Instagram.

"Se había pedido a cada clase que sus estudiantes decorasen una pieza de puzzle de papel y que la colgasen en la puerta de la clase. Cuando repartí las piezas del puzzle, la mayor parte de mis estudiantes tenían una idea de qué era el autismo y de por qué estábamos decorando las piezas. Lo que no sabían es que el TEA estaba presente en nuestra clase en uno de nuestros compañeros, Rumari", afirma Moe.

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?? Today, a beautiful thing occurred within my classroom. My two most important mottos and lessons I stress every single day with my students is to “Be Kind” and to believe in one’s self through the growth mindset of “Yes I Can”. • • It is #AutismAwareness Month and every classroom on campus has been asked to have each student decorate a paper puzzle piece and hang it on our classroom doors. When I handed out the puzzle pieces, most students were familiar with the idea of Autism and aware of the cause of decorating the puzzle pieces. What my students did not know is that Autism is present within our classroom with one of our fellow classmates, Rumari. With excitement, Rumari rose his hand and said “May I please say something?” I nodded and said “of course”, but never could I have imagined what was to follow. • • Rumari has faced challenges and barriers beyond what any of us will ever be able to fully understand. But today, Rumari stood in front of the classroom with full confidence, enthusiasm, and courage and showed us that there is no challenge or barrier that can stop him. He brought to life the meaning of “Yes I Can” as he explained to his fellow classmates that he was autistic. With full knowledge, he explained the differences that may come when being autistic and how the spectrum is vast. He courageously spoke about his own differences and quirks, while defining what it means to make everyone feel like a someone. • • My other students and I sat quietly and listened, completely engulfed in every word he spoke to us. Because of this, it took me a bit before realizing I needed to capture this moment. Without any of the students knowing, I hit record and captured the final moments of Rumari speaking to us and the raw, authentic reactions of the rest of my students. It is then, that I lost my ability to hold back the tears. It is then, that the daily lessons to “Be Kind” and to remember “Yes I Can” were brought together. • • If I were unable to ever teach again or if there was ever a question to my path into this role as an educator, this moment solidified my purpose. With permission from Rumari’s parents, I wanted to share with you this moment:

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El niño pidió a la profesora intervenir ante el resto de estudiantes y procedió a exponer en qué consistía el TEA. Habló con sus compañeros sobre las pequeñas diferencias que tenía con respecto al resto de niños y concluyó pidiéndoles que "no juzgaran" a las personas que tienen autismo y que "les hicieran sentir como personas".

"Rumari se ha enfrentado a retos y a barreras más allá de lo que cualquiera de nosotros será jamás capaz de entender", continúa Moe en el 'post'. "Sin embargo, Rumari se enfrentó hoy a la clase lleno de confianza en sí mismo, entusiasmo y valentía y nos mostró que no hay ningún reto ni ninguna barrera que pueda pararle", añade.

El niño procedió a resolver las dudas que sus compañeros pudiesen tener, que en su gran mayoría se centraron en preguntar si podían darle un abrazo. Una de las estudiantes pidió la palabra para destacar que "no importa lo que alguien haga, o si a lo mejor parece extraño": "¡Está bien! Son así. No importa. Simplemente, son como son".

La profesora, que confiesa en su perfil que no pudo contener las lágrimas ante la escena, estuvo especialmente orgullosa de que el niño hubiese personificado dos de las grandes lecciones en las que más insiste durante sus clases: "Sé amable" y creer en uno mismo pensando "Sí, yo puedo".

"Si hubiera algún momento en el que no pudiera volver a enseñar o si alguna vez cuestionara el camino que me ha llevado a ser educadora, este momento solidificó mi determinación", finaliza Moe.

Las reacciones con las que suelen lidiar los niños y adolescentes autistas suelen ser diferentes a las de los compañeros de Rumari. Casi dos tercios de niños entre 6 y 15 años han sufrido algún tipo de acoso escolar en EEUU, según la organización de concienciación sobre el autismo 'Autism speaks'.

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