DESCONECTA, 04 Sep.
Los acontecimientos tuvieron lugar durante el partido inaugural de la temporada de fútbol universitario del Arizona contra UNLV en Estados Unidos. Un aficionado de las gradas recibió una pelota de playa, que iba de un lado para otro para entretener a la grada, y en vez de continuar con la diversión, optó por aplastarla con sus pies ante la mirada de decenas de personas que no daban crédito a lo que veían.
Lo divertido de asistir a los estadios para ver los partidos es el ambiente que se vive en el terreno de juego: comer, beber, animar a tu equipo, cantar, hacer la ola, pasar la pelota...Sin embargo, y sin motivos aparentes, para este hombre este tipo de diversión no parece encajarle del todo.
Orgulloso de su acción, se vitorea y aplaude a sí mismo provocando que los abucheos y desaprobaciones no tardaran en aparecer por el resto de la afición, entre ellos varios niños enfadados mostrando pulgares hacia abajo.
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