LISBOA, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
El resultado de las pruebas de esfuerzo a las que el Banco Central Europeo (BCE) ha sometido a Novo Banco, que arrojaron un déficit de capital de la entidad portuguesa de 1.398 millones de euros en el peor escenario previsto, podría facilitar la reapertura de las negociaciones para vender la entidad que desde 2014 agrupa los activos saneados del Banco Espírito Santo (BES).
"La evaluación aclara la visión de los reguladores sobre la posición de capital de Novo Banco, que por lo tanto pensamos, podría facilitar la reapertura de las negociaciones para vender el banco, que se interrumpieron en septiembre de 2015", señala la agencia.
El Banco de Portugal decidió en septiembre no seguir adelante con el proceso de venta de Novo Banco ante la celebración de las elecciones legislativas en Portugal, que tuvieron lugar el pasado 4 de octubre, y la falta de acuerdo en las negociaciones mantenidas con la china Fosun International y la estadounidense Apollo, cuyas ofertas quedaban muy por debajo de los 4.900 millones invertidos en el rescate de la entidad lusa.
S&P cree que las autoridades portuguesas tratarán de lograr un acuerdo "pronto", puesto que en el momento de la intervención de BES se comprometieron a vender Novo Banco en 24 meses (agosto de 2016), y recuerda que la Comisión Europea advirtió de que en caso de no cumplir este plazo, la entidad lusa podría ver revocada su licencia.
Por otro lado, la agencia apunta que Novo Banco deberá presentar al BCE en dos semanas un plan de recapitalización donde se expliquen las medidas para subsanar su déficit en el plazo previsto de nueve meses.
En este sentido, S&P considera que los escenarios más probables son una venta de Novo Banco "con un significativo descuento sobre el valor en libros" y que el fondo de resolución portugués inyecte fondos adicionales para cubrir las necesidades de capital del banco.
"En nuestra opinión, cualquier escenario resultaría en última instancia en una mayor carga para el sistema bancario portugués", apunta la agencia al referirse a las pérdidas en que pueda incurrir el fondo luso de resolución al vender Novo Banco o la necesidad de inyectar capital adicional.
No obstante, dado el "todavía débil" perfil financiero de los bancos portugueses, S&P duda de que vaya a exigirse realizar a las entidades lusas grandes contribuciones iniciales al fondo.
"Nuestro escenario base es que los reguladores mantendrán prácticamente sin cambios la contribución anual de los bancos al fondo de resolución, lo que permitirá al sistema bancario absorber el impacto gradualmente sin imponer demasiada presión adicional sobre su solvencia o su incipiente rentabilidad", añade la agencia.
