ÁMSTERDAM, 29 Ene. (Reuters/EP) -
La guerra comercial entre Washington y Pekín está obligando a la empresa tecnológica Philips a trasladar producción por valor de "cientos de millones" de euros desde Estados Unidos a China, y viceversa, con el objetivo de evitar que se apliquen aranceles sobre sus productos.
"No es algo insignificante", ha subrayado el consejero delegado de Philips, Frans Van Houten, este martes en declaraciones recogidas por 'Reuters'.
El primer ejecutivo de la firma ha adelantado que los movimientos productivos se completarán a lo largo de los seis primeros meses de 2019, ya que son "cambios serios" para sus "cadenas de suministro".
Asimismo, Van Houten también ha alertado de que la guerra comercial está afectando a la confianza de los consumidores en China, por lo que se está reduciendo la demanda de los productos de tecnología sanitaria que comercializa Philips en el país asiático.
En el conjunto de 2018, Philips logró un beneficio neto atribuido de 1.090 millones de euros en 2018, lo que representa un retroceso del 34,2% en comparación con el año anterior, al mismo tiempo que la facturación aumentó un 1,9% anual, hasta 18.121 millones de euros.
"Para el conjunto del ejercicio cumplimos nuestros objetivos, con un crecimiento del 5% de las ventas comparables, una mejora de 100 puntos básicos del margen sobre Ebitda ajustado, y un flujo libre de caja de 1.200 millones de euros, excluyendo pagos relacionados con la reducción de riesgos del Fondo de Pensiones de EEUU y el pago de primas en relación con la amortización anticipada de bonos", indicó Van Houten.
Asimismo, el máximo ejecutivo de la compañía destacó el incremento de la demanda, que resultó en un aumento del 10% de los pedidos recibidos durante el ejercicio en términos comparables.
