Actualizado 01/03/2011 13:28

La UE insiste en que el flujo migratorio tras las revueltas no se dirige hacia Europa sino a países vecinos

Bruselas dice que la llegada de tunecinos a Italia se ha detenido, mientras la Eurocámara reclama un plan de acción


BRUSELAS, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Unión Europea insiste en que el flujo migratorio tras las revueltas en Libia no se dirige hacia Europa sino a países vecinos, especialmente Egipto y Túnez pero también a otros más al sur, por lo que aunque "no descarta" ningún escenario es partidaria de centrar sus esfuerzos en "apoyar" a estos países a gestionar esta situación y ofrecerles ayuda humanitaria y recursos financieros para la transición.

Así lo han explicado este martes en una sesión extraordinaria de la comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo la comisaria de Interior, Cecilia Malmström; el representante permanente de Hungría ante la UE, Peter Györkos; el secretario general del Servicio Europeo de Acción Exterior de la UE, Pierre Vimont, y el director general de FRONTEX, Ilkka Laitinen.

"No hemos visto que el flujo migratorio desde Libia venga hacia Europa. Aunque no se puede descartar (...) y debemos estar preparados para cualquier situación", ha explicado la comisaria, para quien el movimiento de los migrantes dependerá de si cae el régimen de Muamar Gadafi o si se produce una guerra civil.

Con todo, tanto Malmström como el representante de la agencia que gestiona las fronteras exteriores de la UE han recalcado que hasta el momento la tendencia de los que huyen de Libia es dirigirse a Egipto y Túnez --"unos 100.000", según cálculos de Bruselas-- y otros países más al sur, porque son sus lugares de origen.

En el caso de Túnez, tras la ola de inmigrantes a la isla italiana de Lampedusa desde este país, Malmström y Laitinen han subrayado que el flujo se ha contenido y que no han llegado nuevos inmigrantes en los últimos días. El perfil del inmigrante llegado a Lampedusa "no es el de un refugiado" o demandante de asilo, si bien ha habido algún caso, sino el de "motivación económico", han recalcado.

La situación humanitaria en estos países, especialmente en las fronteras, es "muy preocupante" y podría desencadenar en una "emergencia humanitaria", según ha admitido Malmström. Sin embargo, la UE apuesta por "apoyar" los cambios democráticos y la asistencia humanitaria a los inmigrantes sobre el terreno.

La UE debe "establecer un diálogo para ofrecer las medidas requeridas" por las autoridades provisionales en Túnez y Egipto, ha explicado Vimont, en nombre de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton. El objetivo es evitar el "riesgo de imponer la ayuda" que decida la comunidad internacional sin tener en cuenta las necesidades sobre el terreno, ha apuntado Vimont.

El representante de la presidencia húngara, por su parte, ha asegurado que la situación en Lampedusa está "controlada" porque la UE "ha puesto las medidas". También ha informado de que cerca del 80% de los europeos que estaban en Libia han sido evacuados y ha estimado que la UE dispone de "suficientes reservas" de gas y petróleo por el momento, por lo que no ve necesarias "medidas de emergencias" ante un eventual problema de suministro.