Actualizado 06/06/2007 15:26

G-8.- La Policía dispersa con cañones de agua y piedras a cientos de manifestantes que alcanzaron la valla de seguridad

KUEHLUNGSBORN (ALEMANIA), 6 Jun. (EP/AP) -

La Policía alemana usó hoy cañones de agua y piedras para dispersar a los cientos de manifestantes antiglobalización que consiguieron llegar a la valla de 12 kilómetros que rodea el recinto de la ciudad costera de Heiligendammen en el que se va a celebrar la cumbre del G-8, los ocho países más industrializados del mundo, con la lucha contra el cambio climático como tema central.

Otros manifestantes bloquearon las carreteras que llevan desde el aeropuerto hasta la localidad de Heiligendamm, en la costa del mar Báltico, donde se celebra la cumbre, mientras los líderes de los ocho países más industrializados comienzan a llegar para la cumbre de tres días.

Un tercer grupo ocupó una pequeña vía utilizada para trasladar a los periodistas a Heiligendamm desde el centro de la cumbre en la cercana localidad de Kuehlungsborn, pero fueron controlados posteriormente por la Policía antidisturbios.

El portavoz de la Policía, Manfred Luetjann, dijo que los manifestantes habían conseguido bloquear dos carreteras que llevan al aeropuerto de Rostock y también romper el cordón de seguridad en torno a la valla que rodea el lugar donde se celebra la cumbre. "Queríamos evitar que esto ocurriera pero ahora están ahí y estamos tratando de controlarlo", indicó a AP.

Según el portavoz, varios miles de manifestantes se encuentran en algunos tramos de la valla y varios están lanzando piedras a los agentes, que respondieron empleando cañones de agua. Por el momento no está claro si se han producido heridos o detenidos.

La canciller alemana, Angela Merkel, expresó, de camino a la conferencia, su deseo de llegar a un acuerdo con los otros siete líderes para establecer en el futuro un pacto sobre cambio climático, supervisado por la ONU, cuyo objetivo sea frenar el calentamiento global. La propuesta del presidente estadounidense, George W. Bush, no incluye la participación de la ONU.

El primer ministro japonés, Shinzo Abe, para quien el tema del cambio climático debe ser prioritario en la cumbre, presentará la propuesta de su país, que plantea que, para 2050, las emisiones de gases invernaderos se hayan reducido a la mitad. Esta idea se enmarcaría dentro de un nuevo pacto sobre el calentamiento global para cumplir los objetivos del Protocolo de Kioto.

En este sentido, Abe afirmó ayer en Tokio que Japón tiene la "responsabilidad" de "tomar la iniciativa" porque aún existe una "brecha" entre Europa y Estados Unidos en relación con las líneas de acción que se deben poner en práctica.

Por otro lado, Bush y Putin, se reunirán para tratar, principalmente, la controvertida decisión de Estados Unidos de colocar una base de misiles en Polonia y un radar en la República Checa, algo ante lo que el Kremlin ha reaccionado negativamente.

Con el fin de facilitar las conversaciones, Merkel mantendrá reuniones bilaterales con otros líderes antes de la apertura oficial de la cumbre. Primero se reunirá con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, y posteriormente con Bush.

Asimismo, mantendrá contactos con el primer ministro italiano, Romano Prodi; el primer ministro canadiense, Stephen Harper; el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el presidente ruso, Vladimir Putin.

La cumbre es especialmente significativa para Sarkozy y Abe, ya que supondrá para ambos su primera aparición en un acontecimiento internacional de este nivel. También es un momento histórico para el primer ministro británico, Tony Blair, que dejará el cargo el 27 de junio tras diez años en el poder.

La reunión del G-8, que se desarrollará a lo largo de tres días, ha sido objeto estos días de violentas protestas callejeras. Además, los líderes políticos tendrán que enfrentarse a los reproches de diversas organizaciones en relación con sus peticiones de ayuda para aliviar la pobreza en África.