BILBAO, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
Asociaciones Vecinales de Bilbao presentaron hoy el 'Libro blanco sobre el transporte público en Bilbao y su entorno', entre cuyas propuestas se encuentra desincentivar el uso del vehículo privado, creando aparcamientos disuasorios para las personas no residentes en la capital vizcaína y estudiar medidas penalizadoras por el uso del automóvil en la ciudad.
La publicación también insta a reducir la necesidad de movilidad descentralizando el tráfico y los servicios, dar prioridad de circulación para los medios públicos respecto a los privados y fomentar el desplazamiento a pie y en bici.
Según indica, el Transporte Público debe funcionar con criterios de coordinación y complementariedad, o autoridad única en la que participen todas las instituciones y las empresas operadoras a su cargo.
Otra propuesta es el Billete Único, utilizable en cualquier medio de transporte con un solo precio en función del recorrido. Además, recomienda evitar la saturación de unos medios y la infrautilización de otros, poner en marcha estaciones intermodales accesibles para la conexión entre diferentes medios y mejorar las actuales infraestructuras.
La idea es este Libro Blanco surge de la pretensión de las asociaciones vecinales de Bilbao de abrir un debate social sobre el transporte público, para que "gane el pulso" al vehículo privado y que las instituciones implicadas y los grupos políticos "abanderen" la reforma del transporte público.
Según manifestaron, se está produciendo un trasvase de personas usuarias de unos medios de transporte público a otros, sin restar peso al vehículo privado. Además, señalaron que la ganancia de viajeros y viajeras en Metro y la pérdida en otros operadores, afecta al conjunto de usuarios y a la calidad del servicio público que reciben.
En este sentido, apuntaron que las medidas restrictivas adoptadas en el tráfico del centro de Bilbao han funcionado "bien pero sólo en el centro, zona que acapara todos los medios de transporte por el modelo urbanístico seguido en Bilbao, que afecta negativamente a la calidad de vida de los barrios periféricos, incrementando los problemas de movilidad". Por último, destacaron que los costes sociales y económicos derivados de los desplazamientos laborales son "muy altos".
