Una excavación bajo la basílica de Begoña buscará el primer asentamiento poblacional humano que dio origen a Bilbao

Ignacio Fernández, Joseba Segura, Elixabete Etxanobe, Leixuri Arrizabalaga y Alberto Santana
Ignacio Fernández, Joseba Segura, Elixabete Etxanobe, Leixuri Arrizabalaga y Alberto Santana - EUROPA PRESS EUSKADI
Publicado: jueves, 9 mayo 2024 14:28

El proyecto arqueológico compartido por Diputación y Obispado cuenta con un presupuesto de 1,2 millones y los trabajos empezarán antes de verano

BILBAO, 9 May. (EUROPA PRESS) -

La Diputada General de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, el obispo de Bilbao, Joseba Segura, han dado a conocer este jueves el proyecto de excavación arqueológica bajo la basílica de Begoña que busca hallar los restos del que pudiera ser el primer asentamiento poblacional humano y cuna del actual Bilbao.

La presentación de la intervención arqueológica, denominada 'VECVNIA', ha contado también con la asistencia del párroco de Begoña, Ignacio Fernández, de la diputada de Cultura, Leixuri Arrizabalaga, y del jefe de Servicio de Patrimonio Cultural de la Diputación Foral de Bizkaia, Alberto Santana.

Tal y como han remarcado en sus respectivas intervenciones, el proyecto busca "hallar el primer asentamiento poblacional de Bilbao" pero también "la puesta en valor de la basílica, profundizar en el conocimiento del origen del culto cristiano en Bizkaia y enriquecer el patrimonio histórico y cultural del territorio".

El origen de la investigación parte de las hipótesis de que en la colina Artagan, del actual barrio de Begoña, se pudieran encontrar las ruinas de una ciudad indígena conocida como Vecunia, cuyo asentamiento fue colonizado durante la época romana.

Se cree, además, que el origen del término Begoña pudiera proceder también de Vecunia, puesto que, tal y como han subrayado, y aunque no hay consenso sobre su origen, sí se sabe que el término no procede del latín y es anterior a la llegada de los romanos a la zona.

Aunque la existencia de esta ciudad nunca ha sido confirmada, se plantea que sus habitantes "podrían ser los ancestros de la población actual de Bilbao y que su asentamiento se ubicaba en esta colina", donde expertos en arqueología han sugerido la posibilidad de que, bajo las sucesivas iglesias medievales donde se levanta el actual emplazamiento de la basílica, se encuentren restos de ese primer poblado.

"No sabemos lo que nos vamos a encontrar", ha reconocido Alberto Santana en su explicación, para añadir que, a partir del subsuelo bajo las pequeñas iglesias medievales constatadas, "entramos en territorio desconocido" aunque "sospechamos que debajo está el emplazamiento de la antigua Vecunia y llegaremos hasta donde nos lleven las evidencias", ha enfatizado Santana.

Tal y como ha remarcado el obispo Segura, el templo "no se cerrará al culto durante las obras", cuyos trabajos previos se iniciarán en próximas semanas, ya que las labores tienen como premisa la preservación de las funciones espirituales y devocionales actuales de la basílica mientras se lleva a cabo la intervención arqueológica y arquitectónica integral.

Para garantizar la continuidad del culto, la Diputación establecerá ritmos de trabajo que permitirán mantener, al menos, el 60% de la iglesia siempre accesible durante las fases de excavación.

FASES DE LA EXCAVACIÓN

Antes del inicio de la excavación como tal, está previsto realizar una prospección geofísica con el fin de generar un mapa simplificado del subsuelo que ayude a concretar y perfilar el proyecto de ejecución de la excavación.

Este proceso previo, que se iniciará antes de verano, trata de introducir una sonda en el subsuelo para extraer un testigo o columna de estratos para conocer a qué profundidad se encuentra la roca base del terreno y cuál es la potencia de las capas intermedias de ocupación humana que se ha acumulado a través de los siglos.

Dependiendo de los resultados de las prospecciones que se lleven a cabo dentro del templo, la investigación se extenderá, tal y como han confirmado sus responsables, "al exterior del edificio, sin que la intervención afecte ya al interior de la basílica, de forma que podrían incluso llevarse a cabo sucesiva o simultánemente".

Una vez finalice esta fase previa y se analicen sus resultados, la institución foral dará comienzo a la excavación, que requerirá de un año de plazo y se desarrollará en cuatro fases y en cuatro zonas repartidas en 1.100 metros cuadrados dentro de la propia basílica de Begoña. En cada una de ellas, se intervendrá durante un período de tres meses.

La primera zona se centrará en la nave Sur; la segunda zona, en la nave Norte; la excavación de los tres tramos de la cabecera de la nave central abarcará la tercera zona; y, por último, la cuarta sección se centrará en la excavación de los tres tramos de los pies de la nave central.

En el periodo en el que se trabaje en estas zonas se aislará visual y acústicamente el área de trabajo de los investigadores, se implementarán las medidas de seguridad necesarias y se realizarán las acciones previas correspondientes, incluyendo la protección de los elementos muebles que no vayan a retirarse -como retablos y cuadros, entre otros-.

Además, en todas las fases de trabajo, la zona afectada por las excavaciones se aislará del resto del templo con paneles de madera recubiertos de lona serigrafiada con la imagen de las partes que queden ocultas por la intervención, de forma que las personas visitantes no pierdan la perspectiva integral de la iglesia.

Para que la investigación no interfiera en el culto, el acceso de las personas usuarias al templo será distinto del habilitado para el uso por parte del personal investigador.

Finalizada la intervención arqueológica de cada fase, se prevé reponer el pavimento afectado y, en función de los resultados de la investigación, también se contempla la instalación de una subestructura ligera para apoyar un pavimento flotante que permita el acceso al espacio subterráneo en el futuro.

EQUIPOS PARA EXCAVACIÓN

La excavación arqueológica contará con un equipo de 10 profesionales de la arqueología asistidas por personal auxiliar y una vez finalizada la excavación, la institución foral pondrá en marcha el estudio posterior a la misma con el fin de obtener una muestra completa de la evolución del poblamiento y de la población de Begoña.

La excavación irá unida a un plan de estudios y análisis de laboratorio, para convertir el registro arqueológico obtenido en los trabajos de campo en información histórica.

Los estudios habituales que conlleva una excavación (análisis de la estratigrafía, de las estructuras y de los materiales recuperados) se completarán con estudios específicos en materias como la arqueobotánica, la paleogenética, ADN, o el análisis de isótopos, entre otros, para lo que el estudio contará con especialistas en distintas disciplinas.

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